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viernes, 1 de julio de 2022

SAGRADA BIBLIA: “La Biblia no es ficción”, recientes descubrimientos confirman la historicidad de las Escrituras

 

Entrevista al biblista y arqueólogo Simone Venturini

En excavaciones arqueológicas al oeste de Jerusalén se han desenterrado restos que podrían revolucionar los actuales estudios sobre la Biblia.

Arqueólogos israelíes han sacado a la luz un sello en el que aparece la mención de Belén más antigua de las que se han encontrado, hace 2700 años. “La Biblia habla de Belén, ahora tenemos la prueba de esta ciudad entonces existía”, ha declarado Eli Shukron, arqueólogo de la Autoridad Israelí de Antigüedades. El sello, que mide 1,5 cm. ha sido encontrado en la llamada Ciudad de David, una gran área arqueológica fuera de las murallas de Jerusalén donde se cree que el rey había construido su palacio. Vatican Insider ha entrevistado a Simone Venturini, biblista y escritor, investigador del Archivo Secreto del Vaticano y profesor de Ciencias Bíblicas en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Es autor, entre otras cosas, de «El libro secreto de Jesús» (Newton Compton).

- Profesor Venturini, ¿qué efectos tiene este descubrimiento sobre el origen de la ciudad natal de Jesús?

“Es fácil para quien está acostumbrado a “deducir” la historicidad de la Biblia encontrar todos los argumentos posibles para decir que ésta o la otra ciudad citada en las escrituras en realidad nunca ha existió. Sobre todo en Italia, donde la prensa sabe siempre todo sobre Belén o sobre la Copa de la Uefa, pero poco o nada sobre el libro que es la base a la civilización europea. Era, por ejemplo, el caso de la ciudad de Nazaret. Hasta hace pocos años, no había pruebas de su existencia anteriores al siglo III d. C. Pero en el 2009, la arqueóloga Yardenna Alexandre demostró de manera irrefutable que había encontrado los restos de una modesta casa que se remontaba al siglo I, la época de Jesús. El descubrimiento que ha tenido lugar durante las excavaciones arqueológicas en el área del Jerusalem National Park tiene la misma importancia. El sello, usado probablemente para enviar la recaudación de los impuestos de la ciudad de Belén al rey de Judea, ha sido datado en torno al 800-700 a.C. El sello lleva la inscripción en lengua hebrea “l’shvat – bat-lechem – [l’mele]ch”. En ella aparece la información esencial para realizar el envío al rey que gobernaba en el el sur, en Judea. Por primera vez el nombre de la ciudad de Belén aparece también fuera de la Biblia. Es obvio que a este punto es difícil dudar de la existencia en torno al VI a. de C. de la ciudad en la que nace Jesús, que en cambio existía por lo menos ochocientos años antes de su nacimiento”.

- Mientras tanto, la arqueología sigue confirmando la historicidad y la atendibilidad de los Evangelios y del Antiguo Testamento. Un caso reciente es el del team de arqueólogos dirigidos por el profesor Yosef Garfinkel, docente del Insitituto de Arqueología de la Universidad hebrea de Jerusalén, que durante las excavaciones arqueológicas en Khirbel Qeiyafa, una ciudad a oeste de Jerusalén adyacente al valle de Elá, han descubierto ensamblajes ricos de cerámica, piedra, utensilios de metal y objetos de culto. Además han salido a la luz tres grandes habitaciones que servían como santuarios de culto. ¿De qué modo este descubrimiento de nuevos restos de la época del rey David refuerza la historicidad bíblica?

- “Se trata de un descubrimiento arqueológico recientísimo que ha tenido lugar en torno a 30 kilómetros al sudeste de Jerusalén. Durante las excavaciones de Khirbet Qeifyafa –“ruinas de Qeiyafa”- el equipo del profesor Yosef Garfinkel de la Universidad Hebrea de Jerusalén ha desenterrado restos que podrían revolucionar los actuales estudios sobre la Biblia. En las últimas décadas, de hecho, muchos biblistas dudaban fuertemente de que antes del siglo VIII a. de C. existiera un verdadero reino de Israel organizado y socialmente bien estructurado. Los restos de Khirbet Qeiyafa, datados con el carbono 14 como correspondientes al periodo comprendido entre el siglo X y el siglo XI a. de C., demuestran en cambio por encima de cualquier duda razonable que en tiempos de David y Salomón existían ciudades perfectamente fortificadas y con una estructura social, que formaban parte de un reino sólido y estable. No sólo. El hecho de que no se hayan encontrado huesos de cerdo o imágenes esculpidas en las que se representan divinidades, demostraría además que el origen del culto monoteísta en Israel es bastante más antiguo de lo que los estudiosos están dispuestos a admitir. Para terminar, también las leyes que imponen reglas alimentarias (cfr. Levítico 11,7) no serían una evolución tardía de una alimentación más antigua y menos restrictiva. En una palabra, la Biblia –antiguo testamento incluido- no es siempre ficción”.

- ¿En qué corresponde la descripción de estos lugares a las descripciones presentes en la Biblia que hablan de la época del rey David?

 - “Los descubrimientos de Khirbet Qeiyafa nos ayudan a entender un poco mejor las sofisticadas particularidades arquitectónicas del Templo de Jerusalén. Antes de que el profesor Garfinkel sacase a la luz las “maquetas” de los santuarios correspondientes a 30 años antes de la construcción del Templo, nos veíamos obligados a suponer la fisionomía del templo a partir de la enigmática descripción que aparece en el I Libro de los Reyes (cap. 6-7). Ahora, en cambio, sabemos por ejemplo cómo eran sus columnas y conocemos las peculiaridades de algunos de sus frisos. Incluso –gracias a los estudios de Yardenna Alexandre- podemos reconstruir una casa de Nazaret de la época de Jesús, una de aquellas en las que probablemente vivieron Jesús, José y María".

- La arqueología ¿es “aliada” o “enemiga” de la fe?

- “La arqueología es aliada de la fe, en el sentido que da consistencia a nuestra relación con Dios. No es una idea que –por lo menos para los cristianos católicos- puede ser elaborada a partir de las modas y las exigencias del momento. De hecho, la fe en un Dios único que se revela al hombre tiene raíces muy antiguas y nos recuerda que la Biblia es imprescindible para entender en profundidad el misterio del hombre".

Giacomo Galeazzi para “Vatican Insider”

viernes, 27 de mayo de 2022

SAGRADA BIBLIA: Decálogo de la Palabra de Dios

 

Queridos amigos y hermanos del blog: quiero compartirles un texto del lunes 5 de octubre del 2008, al día siguiente de la apertura de la asamblea sinodal dedicada a la Palabra de Dios, y al hilo del salmo 118, en el cual el Papa Benedicto XVI trazó una hermosísima meditación sobre la Palabra de Dios. De ella subrayó su solidez, su estabilidad, su fuerza creadora y regeneradora, su actualidad, su perennidad y su capacidad transformadora. El texto original ha sido titulado en 10 partes formando así un verdadero

Decálogo de la Palabra de Dios

1 - La Palabra de Dios es firme

La Palabra de Dios es, en efecto, está firme en los cielos, sobre ella –que siempre persiste- el Señor fijó la tierra. Cielo y tierra pasarán, pero la Palabra de Dios no pasará. Si la misma palabra humana, a pesar de su fragilidad y caducidad, da forma a los pensamientos y a los sentimientos y crea la historia y la realidad, ¿cuánto más la Palabra de Dios, fundamento de todo, verdadera realidad? Los hombres nos esforzamos en fundamentar y construir nuestra vida y nuestra realidad sobre bases endebles y caducas, sobre cosas visibles y tangibles, sobre el éxito, sobre la carrera, sobre el dinero. Y en ellas ponemos nuestro corazón y la clave de la felicidad.

2 - La Palabra de Dios es la verdadera realidad

“Aparentemente –señala certeramente el Papa- estas son las verdaderas realidades. Pero todo esto un día pasará. Lo vemos ahora en la caída de los grandes bancos: este dinero desaparece, no es nada. Y así todas estas cosas que parecen la realidad verdadera con la que contar, y que son realidades de segundo orden”. “Quien construye la vida sobre estas realidades –subrayaba proféticamente el Papa-, sobre la materia, sobre el éxito, sobre todo lo que parece ser, construye sobre arena. Solo la Palabra de Dios es el fundamento de toda la realidad, es estable como el cielo y más que el cielo, es la realidad”.

3 - La Palabra de Dios es la verdadera riqueza, el éxito verdadero

No es la crisis económica la mayor de las plagas y desdichas ni es el dinero ni el éxito quien aporta la felicidad y la sabiduría verdadera. Solo la Palabra es la fuente del amor y de la vida. Solo la Palabra transforma el corazón del hombre y la vida de la entera humanidad

4 - La Palabra de Dios es creadora y regeneradora

La Palabra de Dios además es la fuente de la vida y del amor, está dotada vitalidad, de fuerza creadora y regeneradora. Todas las cosas, toda la realidad, vienen de la Palabra, son un producto de la Palabra. Todo es creado por la Palabra y todo está llamado a servir a la Palabra.

5 - La Palabra de Dios es el lugar del encuentro entre Dios y el hombre

“Esto quiere decir que toda la creación está pensada para crear el lugar del encuentro entre Dios y su criatura, un lugar donde el amor de la criatura responda al amor al amor divino, un lugar donde se desarrolle la historia de amor entre Dios y su criatura”. “La historia de la salvación no es un pequeño acontecimiento, en un pobre planeta, en la inmensidad del universo. No es una cosa mínima, que sucede por casualidad en un planeta perdido. Es el móvil de todo, el motivo de la creación: el encuentro de amor entre Dios y el hombre”.

6 - La Palabra de Dios es el hallazgo definitivo

Por todo ello, la actitud de la criatura, la actitud del hombre es buscar la Palabra de Dios, que no es solamente un fenómeno literario, no es solo la lectura de un texto. Es el movimiento de mi existencia. Es moverse hacia la Palabra de Dios en las palabras humanas. Solo conformándonos al misterio de Dios, al Señor que es la Palabra, podemos entrar dentro de la Palabra de Dios. Debemos ser, pues, pacientes, perseverantes, humildes y apasionados buscadores y lectores con el corazón de la Palabra de Dios.

7 - La Palabra de Dios es perenne, es universal

No conoce confines. Entrando en la Palabra de Dios, entramos realmente en el universo divino, en el universo de la Verdad, de la Belleza, de la Vida, del Amor. Entrando en la comunión con la Palabra de Dios, entramos en la comunión de la Iglesia que vive de la Palabra de Dios y nos hace salir de nuestros límites de lengua, de raza, de cultura, de miras.

8 - La Palabra de Dios es el anuncio de Evangelio

“Por eso también la Evangelización –subraya el Papa-, el anuncio del Evangelio, la misión, no son una especie de colonialismo eclesial, con que queremos meter a otros en nuestro grupo. Es salir de los límites de las culturas individuales a la universalidad que nos comunica a todos, que nos une a todos y nos hace a todos hermanos”.

9 - La Palabra de Dios es la escalera para llegar al amor de Jesucristo

La Palabra de Dios es como una escalera por la que podemos subir y bajar, con Cristo, a la profundidad de su amor. La Palabra tiene un rostro, es persona, es Jesucristo. Y antes de que nosotros podamos decir “Yo soy tuyo, Señor”, El ya nos ha dicho “Yo soy tuyo”. Y vivir esta doble realidad es estar en el corazón de la Palabra. Es estar salvados.

10 - La Palabra de Dios es la Palabra de la Vida para siempre y para todos

“Tu Palabra, Señor, me da vida. Confío en Ti, Señor. Tu Palabra es eterna. En ella esperaré”.