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sábado, 16 de noviembre de 2024

VIRGEN MARÍA: Nuestra Señora de los Dolores de Chandavila

Nuestra Señora de los Dolores
de Chandavila.
 

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe dio su consentimiento a la propuesta del arzobispo de Mérida-Badajoz para que la "riqueza espiritual" de Chandavila siga siendo usufructuada por los fieles.

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe "presta gustosamente su conformidad" para que el arzobispo de Mérida-Badajoz, monseñor José Rodríguez Carballo, proceda a la propuesta de declaración de nihil obstat, para que "el santuario de Chandavila, heredero de una rica historia de sencillez, pocas palabras y mucha devoción, siga ofreciendo, a los fieles que deseen acercarse a él, un lugar de paz interior, consuelo y conversión".

Así lo escribe el prefecto, cardenal Víctor Manuel Fernández en una carta, aprobada por el Papa Francisco el 22 de agosto, en respuesta a una misiva del prelado español, fechada el pasado 28 de julio, que incluía el relato de los hechos, que se remontan a 1945, acerca de dos jóvenes a las que se habría aparecido la Virgen como Nuestra Señora de los Dolores, en la localidad española de Chandavila, en Extremadura, cerca de la frontera con Portugal.

Según las normas publicadas el 17 de mayo por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, con el nulla osta, "aunque no se exprese ninguna certeza sobre la autenticidad sobrenatural del fenómeno, se reconocen muchos signos de una acción del Espíritu Santo", por lo que "se anima al obispo diocesano a apreciar el valor pastoral y también a promover la difusión de esta propuesta espiritual, incluso a través de posibles peregrinaciones a un lugar sagrado", mientras que se autoriza a los fieles a dar, "de manera prudente, su adhesión".

La historia de Marcelina y Afra

La devoción a Nuestra Señora de los Dolores en Chandavila nació a finales de la Segunda Guerra Mundial, con las experiencias espirituales que dos niñas -Marcelina Barroso Expósito, de 10 años, y Afra Brígido Blanco, de 17- tuvieron por separado en esta misma localidad, a partir de mayo de 1945.

"Marcelina -escribe el cardenal Fernández- narró que, al principio, veía una forma oscura en el cielo, que en otros momentos se fue perfilando más claramente como la Virgen de los Dolores, con manto negro cuajado de estrellas, sobre un castaño. La experiencia profunda de esta muchacha, más que la visión, fue haber sentido el abrazo y el beso que la Virgen le dio en la frente. Esta seguridad de la cercanía afectuosa de la Virgen es quizás el más bello mensaje. Si bien, con el paso de los días, tanto ella como Afra identificaron la figura como la Virgen de los Dolores, lo que más se destaca es una presencia de la Virgen que infunde consuelo, estímulo, confianza. Cuando la Virgen pide a Marcelina caminar de rodillas por un tramo de erizos de castaño secos, espinos y piedras cortantes, no lo hace para provocarle un sufrimiento. Al contrario, le pide confianza ante ese desafío: 'No temas, nada te sucederá'".


La ternura de María

"Este llamado de la Virgen a la confianza en su amor -continúa el cardenal prefecto- dio a esta niña pobre y sufrida una esperanza y una experiencia de sentirse dignificada. Ese sencillo manto hecho de cañas y hierbas con el cual la Virgen protegió las rodillas de la muchacha, ¿no es una hermosa expresión de la ternura de María? Al mismo tiempo, fue una experiencia de hermosura, porque la Virgen se presentó rodeada de constelaciones luminosas, como las que podían admirarse por las noches en el límpido cielo de los pequeños pueblos de Extremadura".

Una vida discreta al servicio de enfermos, ancianos y huérfanos

Tras las supuestas visiones, las dos jóvenes llevaron "una vida discreta y sin estridencias", dedicándose "a obras de caridad, especialmente atendiendo a personas enfermas, ancianas o huérfanos, y transmitiendo así, a las personas sumidas en el dolor, aquel dulce consuelo del amor de la Virgen que ellas habían experimentado", agregó el prefecto.

Muchos aspectos que indican una acción del Espíritu

Por todo ello -escribió el cardenal Fernández al arzobispo Rodríguez Carballo-, "no hay nada que se pueda objetar a esta hermosa devoción, que presenta la misma sencillez que podemos ver en María de Nazaret, nuestra Santísima Madre. Son muchos los aspectos positivos que indican una acción del Espíritu Santo en tantos peregrinos que se acercan, tanto de España como de Portugal, en las conversiones, curaciones y otros signos preciosos que acaecen en ese lugar".

Por último, el cardenal recuerda el Jubileo de 2020, con motivo del 75º aniversario de las experiencias espirituales en Chandavila, un año jubilar reconocido por el entonces arzobispo de Mérida-Badajoz "como una bendición para la arquidiócesis".

Santuario de Nuestra Señora de Chandavila, La Codosera, España.


martes, 8 de octubre de 2024

PAPA FRANCISCO: Le suplica a la Virgen: “Intercede por nuestro mundo en peligro”

 

(Vatican News) El pasado domingo 6 de octubre, desde la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, Francisco se unió a los miembros del Sínodo de los Obispos y a los fieles de todo el mundo para rezar el rosario en súplica del don de la paz en el mundo por intercesión de la Virgen. «¡Acoge nuestro grito!», rezó el Papa, pidiendo también una “mirada materna sobre la familia humana”.

A los pies de la Santísima Virgen María, en la víspera de la jornada de oración y ayuno por la paz en el mundo, desde la Basílica de Santa María la Mayor, un sitio muy querido para él, Francisco elevó una fervorosa súplica a Nuestra Señora este domingo 6 de octubre. A Ella, que conoce los dolores y las fatigas "que en esta hora abruman nuestro corazón", como expresó en su plegaria, le pidió: "¡Escucha nuestro clamor!".

Tras rezar el santo rosario junto a los miembros del Sínodo, a quienes invitó especialmente a esta iniciativa, el Sucesor de Pedro exclamó:

Oh María, Madre nuestra, estamos de nuevo aquí ante ti. Tú conoces los dolores y las fatigas que en esta hora abruman nuestro corazón. Nosotros elevamos la mirada hacia ti, nos sumergimos en tus ojos y nos encomendamos a tu corazón.

También a ti, oh Madre, la vida te reservó difíciles pruebas y humanos temores, pero fuiste valiente y audaz; confiaste todo a Dios, le respondiste con amor, te ofreciste incondicionalmente. Como intrépida Mujer de la caridad, fuiste rápidamente a ayudar a Isabel; con prontitud percibiste la necesidad de los esposos durante las bodas de Caná; con fortaleza interior en el Calvario iluminaste de esperanza pascual la noche del dolor. Por último, con ternura de Madre animaste a los discípulos temerosos en el Cenáculo y, con ellos, acogiste el don del Espíritu.

Ahora te suplicamos, ¡escucha nuestro clamor! Necesitamos tu mirada, tu mirada amorosa que nos invita a confiar en tu Hijo Jesús. Tú que estás dispuesta a acoger nuestros dolores, ven a socorrernos en este tiempo en que estamos oprimidos por las injusticias y devastados por las guerras; enjuga las lágrimas sobre los rostros sufridos de cuantos lloran la muerte de sus seres queridos, de sus propios hijos; despiértanos del letargo que ha oscurecido nuestro camino y despoja nuestros corazones de las armas de la violencia, para que se cumpla pronto la profecía de Isaías: «Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra» (Is 2,4).

Madre, dirige tu mirada maternal a la familia humana, que ha perdido el gozo de la paz y ha extraviado el sentido de la fraternidad. Madre, intercede por nuestro mundo en peligro, para que custodie la vida y rechace la guerra; para que cuide a los que sufren, a los pobres, a los indefensos, a los enfermos y a los afligidos, y proteja nuestra casa común.

A ti imploramos, Madre, la misericordia de Dios, a ti que eres Reina de la paz. Convierte los corazones de quienes alimentan el odio, silencia el ruido de las armas que provocan la muerte, apaga la violencia que habita en el interior del hombre e inspira proyectos de paz en las decisiones de quienes gobiernan las naciones.

María, Reina del santo Rosario, desata los nudos del egoísmo y disipa las nubes oscuras del mal. A nosotros tus hijos llénanos con tu ternura, levántanos con tu mano bondadosa y danos tu caricia de Madre, que nos hace esperar el advenimiento de una nueva humanidad donde «el desierto será un vergel y el vergel parecerá un bosque. En el desierto habitará el derecho y la justicia morará en el vergel. La obra de la justicia será la paz» (Is 32,15-17).

Oh Madre, Salus Populi Romani, ¡ruega por nosotros!

jueves, 3 de octubre de 2024

ES TIEMPO DE MISERICORDIA (audios): María, Reina y Madre de Misericordia


Tema del programa Nº 23 y último del ciclo:

María, Reina y Madre de Misericordia

“Es tiempo de Misericordia”, es un micro programa de evangelización, realizado por el sacerdote, periodista y escritor argentino residente en España, José Antonio Medina Pellegrini, que se emitió dentro del Programa “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Getafe.

Su día y horario de emisión fue el domingo a las 09:45 hs y fue transmitido por Cadena Cope, en las siguientes frecuencias: Cope Comunidad 101.0 FM, Cope Madrid Sur 89.7 FM, Cope Jarama. 100.5 FM y Cope Pinares 92.2 FM (cada una de estas frecuencias se escuchan en la zona sur de Madrid), desde el mes de febrero hasta diciembre de 2016.

“Es tiempo de Misericordia” nos presenta en cada una de sus emisiones distintas alocuciones, homilías y catequesis del Santo Padre Francisco sobre la Divina Misericordia, para que nosotros, al escucharlas, nos decidamos a ser receptores de la misma y a darla, a manos llenas, a nuestros hermanos.

Locución: Cristina Loza

miércoles, 17 de julio de 2024

ES TIEMPO DE MISERICORDIA (audios): El Santo Rosario de María es expresión de la Misericordia


Tema del programa Nº 20 del ciclo:

El Santo Rosario de María es expresión de la Misericordia

“Es tiempo de Misericordia”, es un micro programa de evangelización, realizado por el sacerdote, periodista y escritor argentino residente en España, José Antonio Medina Pellegrini, que se emitió dentro del Programa “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Getafe.

Su día y horario de emisión fue el domingo a las 09:45 hs y fue transmitido por Cadena Cope, en las siguientes frecuencias: Cope Comunidad 101.0 FM, Cope Madrid Sur 89.7 FM, Cope Jarama. 100.5 FM y Cope Pinares 92.2 FM (cada una de estas frecuencias se escuchan en la zona sur de Madrid), desde el mes de febrero hasta diciembre de 2016.

“Es tiempo de Misericordia” nos presenta en cada una de sus emisiones distintas alocuciones, homilías y catequesis del Santo Padre Francisco sobre la Divina Misericordia, para que nosotros, al escucharlas, nos decidamos a ser receptores de la misma y a darla, a manos llenas, a nuestros hermanos.

Locución: Cristina Lozano

viernes, 24 de mayo de 2024

VIRGEN MARÍA: El “Mes de María” en la reflexión de Benedicto XVI

 

El sábado 30 de mayo de 2009 en los Jardines Vaticanos, el Santo Padre Benedicto XVI realizó la siguiente reflexión al final del rezo del Santo Rosario como conclusión del mes de mayo, el Mes de María:

Venerados hermanos;

queridos hermanos y hermanas:

Os saludo a todos con afecto al final de la tradicional velada mariana con la que se concluye el mes de mayo en el Vaticano. Este año ha adquirido un valor muy especial, pues coincide con la vigilia de Pentecostés. Al reuniros aquí, congregados espiritualmente en torno a la Virgen María y contemplando los misterios del santo rosario, habéis revivido la experiencia de los primeros discípulos, reunidos en el Cenáculo con "la madre de Jesús", "perseverando todos en la oración con un mismo espíritu" a la espera de la venida del Espíritu Santo (cf. Hch 1, 14). También nosotros, en esta penúltima tarde de mayo, desde la colina del Vaticano invocamos la efusión del Espíritu Paráclito sobre nosotros, sobre la Iglesia que está en Roma y sobre todo el pueblo cristiano.

La gran fiesta de Pentecostés nos invita a meditar en la relación entre el Espíritu Santo y María, una relación muy íntima, privilegiada e indisoluble. La Virgen de Nazaret fue elegida para convertirse en la Madre del Redentor por obra del Espíritu Santo: en su humildad halló gracia a los ojos de Dios (cf. Lc 1, 30). De hecho, en el Nuevo Testamento vemos que la fe de María, por decirlo así, "atrajo" el don del Espíritu Santo. Ante todo en la concepción del Hijo de Dios, misterio que el mismo arcángel Gabriel explicó así: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra" (Lc 1, 35). Inmediatamente después María fue a ayudar a Isabel, y cuando llegó a su casa y la saludó, el Espíritu Santo hizo que el niño saltara de gozo en el seno de su anciana prima (cf. Lc 1, 44); y todo el diálogo entre las dos madres fue inspirado por el Espíritu de Dios, sobre todo el cántico de alabanza con el que María expresó sus sentimientos profundos, el Magníficat. Todos los acontecimientos relacionados con el nacimiento de Jesús y con sus primeros años de vida estuvieron dirigidos de manera casi palpable por el Espíritu Santo, aunque no siempre se le nombre. El corazón de María, en perfecta sintonía con su Hijo divino, es templo del Espíritu de verdad, donde cada palabra y cada acontecimiento son conservados en la fe, en la esperanza y en la caridad (cf. Lc 2, 19.51).

Así podemos tener la certeza de que el corazón santísimo de Jesús en todo el arco de su vida oculta en Nazaret encontró en el corazón inmaculado de su Madre un "hogar" siempre encendido de oración y de atención constante a la voz del Espíritu. Un testimonio de esta singular sintonía entre la Madre y el Hijo, buscando la voluntad de Dios, es lo que aconteció en las bodas de Caná. En una situación llena de símbolos de la alianza, como es el banquete nupcial, la Virgen Madre intercede y provoca, por decirlo así, un signo de gracia sobreabundante: el "vino bueno" que hace referencia al misterio de la Sangre de Cristo.

Esto nos remite directamente al Calvario, donde María está al pie de la cruz junto con las demás mujeres y con el apóstol san Juan. La Madre y el discípulo recogen espiritualmente el testamento de Jesús: sus últimas palabras y su último aliento, en el que comienza a derramar el Espíritu; y recogen el grito silencioso de su Sangre, derramada totalmente por nosotros (cf. Jn 19,25-34). María sabía de dónde venía esa sangre, pues se había formado en ella por obra del Espíritu Santo, y sabía que ese mismo "poder" creador resucitaría a Jesús, como él mismo había prometido.

Así, la fe de María sostuvo la de los discípulos hasta el encuentro con el Señor resucitado, y siguió acompañándolos incluso después de su Ascensión al cielo, a la espera del "bautismo en el Espíritu Santo" (cf. Hch 1, 5). En Pentecostés, la Virgen Madre aparece de nuevo como Esposa del Espíritu, para una maternidad universal con respecto a todos los que son engendrados por Dios mediante la fe en Cristo. Precisamente por eso María es para todas las generaciones imagen y modelo de la Iglesia, que juntamente con el Espíritu camina en el tiempo invocando la vuelta gloriosa de Cristo: "¡Ven, Señor Jesús!" (cf. Ap 22, 17.20).

Queridos amigos, siguiendo el ejemplo de María, aprendamos también nosotros a reconocer la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida, a escuchar sus inspiraciones y a seguirlo dócilmente. Él nos hace crecer según la plenitud de Cristo, según los frutos buenos que el apóstol san Pablo enumera en la carta a los Gálatas: "amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí" (Ga 5, 22).

Os deseo que seáis colmados de estos dones y que caminéis siempre con María según el Espíritu y, a la vez que os agradezco y os felicito por vuestra participación en esta celebración vespertina, os imparto de corazón a todos vosotros y a vuestros seres queridos la bendición apostólica.

Benedicto XVI

viernes, 22 de marzo de 2024

VIRGEN MARÍA: ¿Cuáles son los siete dolores de la Virgen y las promesas que encierran?

 


(Sobre un artículo original de “Desde la Fe”) Los siete dolores de la Virgen María hacen referencia a distintos pasajes bíblicos que narran los episodios más dolorosos en la vida de la Madre de Dios.

En Suecia, hacia 1320, la Virgen María se manifestó a santa Brígida diciéndole: “Miro a todos en el mundo para ver quién se compadece de mí y en mis dolores… pero son pocos quienes lo hacen”.

Era la Madre de Jesús con lágrimas en los ojos y el rostro pálido. Su corazón parecía herido por siete espadas; cada una representando los dolores que vivió a lado de su Hijo Jesús.

Los siete dolores de la Virgen María son:

1) La profecía que hizo Simeón sobre el dolor que ella viviría por Jesús (Lc. 2,22-35).

2) La persecución del Rey Herodes y la huida a Egipto de la Sagrada Familia (Mt. 2,13-15).

3) Cuando Jesús se perdió por tres días en el Templo de Jerusalén (Lc. 2,41-50).

4) La cuarta Estación del Vía Crucis, es decir, cuando María encuentra a Jesús con la cruz a cuestas.

5) La crucifixión presenciada por la Virgen y San Juan (Jn. 19,17-30).

6) El momento en el que la Virgen María recibe a Jesús cuando fue bajado de la Cruz (Mc. 15,42-46).

7) La sepultura de Jesús (Jn. 19,38-42).

Así, aquella Madre doliente dijo a santa Brígida que quienes hicieran oración recordando su dolor y pena, alcanzarían siete favores especiales:

1) Paz en sus familias.

2) Confianza en el actuar de Dios.

3) Consuelo en las penas.

4) Defensa y protección ante el mal.

5) La consecución de los favores que a ella pidan y no sean contrarios a la voluntad de Jesús.

6) El perdón de los pecados.

7) La vida eterna a las almas que propaguen su devoción.


sábado, 9 de marzo de 2024

CINE, FE Y VALORES: “Guadalupe: Madre de la Humanidad”

 

La esperada, nueva película de Goya Producciones “Guadalupe: Madre de la Humanidad” se estrenó el pasado viernes 1 de marzo en cines de toda España. La cinta distribuida por European Dreams Factory está disponible en 79 cines situados en 38 principales ciudades españolas.

El día 22 de febrero "Guadalupe: Madre de la Humanidad" celebró su gran estreno mundial en más de 400 salas de cine en México, Estados Unidos, Puerto Rico y Centroamérica. El estreno fue precedido por una serie de premiers, entre ellas la presentación oficial con una rueda de prensa en la Basílica de Guadalupe, en presencia de autoridades y medios.

El preestreno español tuvo lugar el pasado martes, 27 de febrero en el Cine Paz de Madrid con la presencia de los productores, la distribuidora y parte del elenco. En la entrada al cine a los invitados les esperaba un grupo de Mariachis que ofreció un alegre concierto. Al finalizar la sesión, los espectadores se mostraron muy entusiasmados y compartieron su vivencia del encuentro con la Guadalupana.

Según los productores, es la mejor y más completa película sobre las apariciones de la Virgen de Guadalupe, que han movilizado a millones de personas a lo largo de la historia. El film muestra también su creciente impacto en los corazones de las personas de hoy. “Con esta cinta nos proponemos metas muy altas: nada menos que recrear en los corazones de las personas de hoy el maravilloso efecto que tuvieron las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el México de 1531. Podemos ahora ofrecer a muchos la dicha y el honor de contribuir a conseguirlo”, afirma su director, Andrés Garrigó.

El largometraje, filmado en México, Estados Unidos, España, y Alemania, comienza con unas impresionantes recreaciones en ficción de las apariciones de la Virgen en Guadalupe en 1531, basadas en el verdadero relato original del Nican Mopohua. Bajo la dirección del cineasta español Pablo Moreno, actúan la conocida actriz Karyme Lozano, como presentadora; la joven Angélica Chong, como Virgen de Guadalupe, y Mario Alberto Hernández, como Juan Diego, todos ellos actores mexicanos.

Con trazos fuertes el director, Andrés Garrigó, nos muestra la dramática historia del México prehispánico, a la llegada de los españoles y cómo, tras las apariciones de Guadalupe, el pueblo abandona los sangrientos sacrificios humanos y abraza el cristianismo.

Con ayuda de las últimas tecnologías la cinta descubre los mensajes ocultos en la tilma, la tela milagrosa en que se plasmó la imagen de la Virgen: las imágenes humanas que aparecen en sus ojos, el significado de las estrellas y demás dibujos del manto, y hasta la música que se desprende de sus proporciones áureas.

El documental presenta además impresionantes testimonios actuales de personas procedentes de varios países, que relatan historias, a veces desgarradoras, de cómo la Virgen de Guadalupe las libró de la muerte, de la esclavitud de la droga, o del abismo del aborto.

"Guadalupe: Madre de la Humanidad" ya es el mejor documental del año y la 9ª película española con mayor recaudación en 2024, puede colgarse también la medalla de haber sido el tercer mejor estreno del fin de semana y mejor estreno absoluto de cine español.

Ha sido aclamado tanto por el público general como por la crítica profesional, y ha sido calificado como "conmovedor", "brillante", "poderoso" o "la película más completa sobre el evento guadalupano".

SINOPSIS

Ninguna madre se ha mostrado tan tierna y tan poderosa a la vez, como la que se apareció hace 500 años al indio Juan Diego.

Hoy, la Virgen de Guadalupe despliega, más que nunca, su ternura y su poder en tantos lugares del planeta. ¿Por qué y cómo ocurrió lo que parecía imposible? ¿Qué misterios encierra la Tilma? ¿Son ciertos tantos relatos de milagros? Esta película nos traslada a las Apariciones como si estuviéramos allí presentes.

Testimonios impactantes e inéditos la convierten en un canto luminoso y ágil, que busca la verdad y descubre el amor irresistible de quien es Madre de Dios y de la Humanidad fundiendo en lágrimas los corazones y transformando el mundo por dentro.

 


Consulta los detalles y compra tus entradas en la página oficial:

www.peliculaguadalupe.com

 

viernes, 8 de diciembre de 2023

VIRGEN MARÍA: Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María

 

Francisco de Zurbarán - Inmaculada Concepción Niña
- 1630 - Museo Diocesano  de Sigüenza

Queridos amigos y hermanos del blog: hoy, 8 de diciembre, celebramos la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, que es el dogma de fe que declara que por una gracia singular de Dios, María fue preservada de todo pecado, desde su concepción.

La concepción es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica  procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana. Cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no nos referimos a la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado. El dogma declara que María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre santa Ana. Es decir María es la “llena de gracia” desde su concepción.

Fundamento Bíblico

La Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, como tampoco menciona explícitamente muchas otras doctrinas que la Iglesia recibió de los Apóstoles. La palabra “Trinidad”, por ejemplo, no aparece en la Biblia. Pero la Inmaculada Concepción se deduce de la Biblia cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la Tradición Apostólica.

El primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Genesis 3,15) menciona a la Madre del Redentor. Es el llamado Proto-evangelium, donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (María) aplastará la cabeza de la serpiente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado. Solo el hecho de que María se mantuvo en estado de gracia puede explicar que continúe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un redentor.  Junto a El se manifestará su obra maestra: La preservación perfecta de todo pecado de su Madre Virginal.

En Lucas 1,28 el ángel Gabriel enviado por Dios le dice a la Santísima Virgen María “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Las palabras en español “Llena de gracia” no hace justicia al texto griego original que es “kecharitomene” y significa una singular abundancia de gracia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Aunque este pasaje no “prueba” la Inmaculada Concepción de María ciertamente lo sugiere.

El Apocalipsis narra sobre la “mujer vestida de sol” (Ap 12,1). Ella representa la santidad de la Iglesia, que se realiza plenamente en la Santísima Virgen, en virtud de una gracia singular. Ella es toda esplendor porque no hay en ella mancha alguna de pecado. Lleva el reflejo del esplendor divino, y aparece como signo grandioso de la relación esponsal de Dios con su pueblo.

Papa Pío IX y el Dogma de la Inmaculada:

Con las siguientes palabras fue proclamado el Dogma de la Inmaculada por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus:

 “...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles...” (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854).

La Encíclica “Fulgens corona”, publicada por el Papa Pío XII en 1953 para conmemorar el centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, argumenta así: “Si en un momento determinado la Santísima Virgen María hubiera quedado privada de la gracia divina, por haber sido contaminada en su concepción por la mancha hereditaria del pecado, entre ella y la serpiente no habría ya -al menos durante ese periodo de tiempo, por más breve que fuera- la enemistad eterna de la que se habla desde la tradición primitiva hasta la solemne definición de la Inmaculada Concepción, sino más bien cierta servidumbre”.

La Solemnidad litúrgica:

En el siglo IX se introdujo en Occidente la fiesta de la Concepción de María, primero en Nápoles y luego en Inglaterra. Esta fiesta aparece (8 de Diciembre) cuando en el Oriente su desarrollo se había detenido. El tímido comienzo de la nueva fiesta en algunos monasterios anglosajones en el siglo XI, en parte ahogada por la conquista de los normandos, vino seguido de su recepción en algunos cabildos y diócesis del clero anglo-normando. El Papa Sixto IV, en 1483, casi 4 siglos antes del dogma, había extendido la fiesta de la Concepción Inmaculada de María a toda la Iglesia de Occidente.

Resonancia espiritual:

La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María tiene un llamado para nosotros:

1-Nos llama a la purificación, ser puros para que Jesús resida en nosotros.

2-Nos llama a la consagración al Corazón Inmaculado de María, lugar seguro para alcanzar conocimiento perfecto de Cristo y camino seguro para ser llenos del Espíritu Santo.

“Con la Inmaculada Concepción de María comenzó la gran obra de la Redención, que tuvo lugar con la sangre preciosa de Cristo. En Él toda persona está llamada a realizarse en plenitud hasta la perfección de la santidad” (Juan Pablo II, 5-XII-2003).

El apelativo llena de gracia y el Protoevangelio, al atraer nuestra atención hacia la santidad especial de María y hacia el hecho de que fue completamente librada del influjo de Satanás, nos hacen intuir en el privilegio único concedido a María por el Señor el inicio de un nuevo orden, que es fruto de la amistad con Dios y que implica, en consecuencia, una enemistad profunda entre la serpiente y los hombres.

Por ultimo, el Apocalipsis invita a reconocer más particularmente la dimensión eclesial de la personalidad de María: la mujer vestida de sol representa la santidad de la Iglesia, que se realiza plenamente en la santísima Virgen, en virtud de una gracia singular. La fiesta de la Inmaculada ilumina como un faro el período de Adviento, que es un tiempo de vigilante y confiada espera del Salvador. Mientras salimos al encuentro de Dios, que viene, miremos a María que “brilla como signo de esperanza segura y de consuelo para el pueblo de Dios en camino” (Lumen gentium, 68).


Oración a la Inmaculada Virgen María

 

Santísima Virgen, yo creo y confieso vuestra Santa

e Inmaculada Concepción pura y sin mancha.

¡Oh Purísima Virgen!,

por vuestra pureza virginal,

vuestra Inmaculada Concepción y

vuestra gloriosa cualidad de Madre de Dios,

alcanzadme de vuestro amado Hijo la humildad,

la caridad, una gran pureza de corazón,

de cuerpo y de espíritu,

una santa perseverancia en el bien,

el don de oración,

una buena vida y una santa muerte. Amén.


sábado, 28 de octubre de 2023

PAPA FRANCISCO: Pedimos la mirada misericordiosa de María por “la familia humana que ha preferido Caín a Abel”

 


ORACIÓN POR LA PAZ

ORACIÓN DEL SANTO PADRE FRANCISCO

al finalizar el momento de oración Pacem in terris

Basílica de San Pedro

Viernes, 27 de octubre de 2023

 


María, míranos. Estamos aquí ante ti. Tú eres Madre, conoces nuestros cansancios y nuestras heridas. Tú, Reina de la paz, sufres con nosotros y por nosotros, al ver a tantos de tus hijos abatidos por los conflictos, angustiados por las guerras que desgarran el mundo.

Es una hora de oscuridad. Esta es una hora de oscuridad, Madre. Y en esta hora de oscuridad, nos sumergimos en tus ojos luminosos y nos confiamos a tu corazón, que es sensible a nuestros problemas y que tampoco estuvo exento de inquietudes y temores. Cuánta preocupación cuando no había lugar para Jesús en el albergue, cuánto miedo cuando tuvieron que huir rápidamente a Egipto porque Herodes quería matarlo, cuánta angustia cuando se perdió en el templo. Pero, Madre, tú en las pruebas fuiste valiente, fuiste audaz, confiaste en Dios y respondiste a la preocupación con la solicitud, al miedo con el amor, a la angustia con la donación. Madre, en los momentos decisivos no retrocediste, sino que tomaste la iniciativa: fuiste sin demora a ver a Isabel, en las bodas de Caná obtuviste el primer milagro de Jesús, en el Cenáculo mantuviste a los discípulos unidos. Y cuando en el Calvario una espada traspasó tu alma, tú, Madre, mujer humilde, mujer fuerte, entretejiste de esperanza pascual la noche del dolor.

Ahora, Madre, toma una vez más la iniciativa, tómala en favor nuestro, en estos tiempos azotados por los conflictos y devastados por las armas. Vuelve tus ojos misericordiosos a la familia humana que ha extraviado el camino de la paz, que ha preferido Caín a Abel y que, perdiendo el sentido de la fraternidad, no recupera el calor del hogar. Intercede por nuestro mundo en peligro y en confusión. Enséñanos a acoger y a cuidar la vida —¡toda vida humana!— y a repudiar la locura de la guerra, que siembra muerte y elimina el futuro.

María, muchas veces tú has venido a nuestro encuentro, pidiéndonos oración y penitencia. Nosotros, sin embargo, ocupados en nuestros asuntos y distraídos por tantos intereses mundanos, hemos permanecido sordos a tus llamadas. Pero tú, que nos amas, no te cansas de nosotros. Madre, tómanos de la mano. Tómanos de la mano y guíanos a la conversión, haz que volvamos a poner a Dios en el centro. Ayúdanos a mantener la unidad en la Iglesia y a ser artífices de comunión en el mundo. Recuérdanos la importancia de nuestro papel, haz que nos sintamos responsables por la paz, llamados a rezar y a adorar, a interceder y a reparar por todo el género humano.

Madre, solos no podemos lograrlo, sin tu Hijo no podemos hacer nada. Pero tú nos llevas a Jesús, que es nuestra paz. Por eso, Madre de Dios y Madre nuestra, nosotros recurrimos a ti, buscamos refugio en tu Corazón inmaculado. Imploramos misericordia, Madre de misericordia; suplicamos paz, Reina de la paz. Mueve los corazones de quienes están atrapados por el odio, convierte a quienes alimentan y fomentan conflictos. Enjuga las lágrimas de los niños —en esta hora lloran mucho—, asiste a los que están solos y son ancianos, sostiene a los heridos y a los enfermos, protege a quienes tuvieron que dejar su tierra y sus seres queridos, consuela a los desanimados, reaviva la esperanza.

Te entregamos y consagramos nuestras vidas, cada fibra de nuestro ser, lo que tenemos y lo que somos, para siempre. Te consagramos la Iglesia para que, testimoniando al mundo el amor de Jesús, sea signo de concordia, sea instrumento de paz. Te consagramos nuestro mundo, especialmente te consagramos los países y las regiones en guerra.

El pueblo fiel te llama aurora de la salvación. Madre, abre resquicios de luz en la noche de los conflictos. Tú, morada del Espíritu Santo, inspira caminos de paz a los responsables de las naciones. Tú, Señora de todos los pueblos, reconcilia a tus hijos, seducidos por el mal, cegados por el poder y el odio. Tú, que estás cerca de cada uno, acorta nuestras brechas de separación. Tú, que tienes compasión de todos, enséñanos a hacernos cargo de los demás. Tú, que revelas la ternura del Señor, haznos testigos de su consolación. Madre, tú, Reina de la paz, derrama en los corazones la armonía de Dios. Amén.

viernes, 20 de octubre de 2023

VIRGEN MARÍA: El Santo Rosario y san Luis María Grignion de Montfort

 


Estando en el mes de octubre, que conocemos como mes del Rosario, no está demás que dediquemos esta circular a reflexionar sobre la importancia que tiene la devoción a María en nuestra santificación personal.

Desde hace un tiempo la oración del santo Rosario ha conocido una profunda renovación y una práctica bastante generalizada. En este proceso ha influido claramente la doctrina y espiritualidad de san Luis María Grignion de Montfort.

Las apariciones de la Virgen en estos últimos siglos han contribuido también a extender y revalorizar esta práctica mariana de la devoción popular. Prácticamente todos los Papas, desde León XIII, han sido determinantes, con sus numerosas encíclicas sobre la devoción a María, en resaltar la importancia que tiene la recitación del santo Rosario para llegar a la unión con Jesús y María. Un caso especial es el del Papa León XIII, en cuyo pontificado, desde que quedó impresionado por la lectura del Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen de san Luis María Grignion de Montfort, publicó significativas encíclicas sobre la devoción a María. El propio Pablo VI contribuyó, después del concilio Vaticano II, a revalorizar la práctica del santo Rosario con la publicación de su encíclica “Marialis cultus”.

Los escritos de Montfort nos pueden ayudar a profundizar en nuestra devoción a María y, tal vez, a redescubrir la repercusión que debe tener el santo Rosario en nuestra vida de oración. En las biografías de Montfort vemos el aprecio que sentía el santo hacia el santo Rosario. Ya desde muy pequeño nos describen a Luis desgranando Avemarías ante una imagen de María, que había colocado en un lugar apartado y silencioso de la propiedad donde vivía su familia. Se las ingeniaba para que sus hermanos más pequeños le acompañasen en la recitación diaria del santo Rosario, prometiéndoles que les ayudaría a ser mejores personas y serían la admiración de los demás niños. No es en absoluto exagerado afirmar que Luis María Grignion de Montfort fue fiel a la recitación diaria del santo Rosario completo durante toda su vida. La imagen de Montfort en actitud de caminante, con su sombrero, su bastón y el gran rosario en la mano o a la cintura se hizo popular. Cuando ya se dedicó plenamente a las misiones en los pueblos de la Bretaña francesa, la recitación diaria del santo Rosario era una de las devociones que Montfort trataba de inculcar a todos los participantes en la misión. La cruz y el rosario estaban siempre presentes, adornando ermitas e iglesias. Obligado por el señor obispo de la diócesis a abandonar la ciudad de Poitiers, donde había cosechado numerosas conversiones entre los habitantes de Montbernage, uno de los barrios más abandonados de la ciudad, el misionero, con lágrimas en los ojos, por tener que dejar a sus queridos feligreses, les dijo en una carta de despedida que les dedicó personalmente: “No olvidéis de ser fieles a vuestras promesas del santo bautismo y de recitar diariamente, en público o en privado, el santo Rosario, y de acudir a recibir los sacramentos, al menos una vez al mes”.

En aquellas poblaciones en las que los frutos de la misión eran significativos y los participantes daban muestras de auténtica conversión – un ejemplo es la misión de la Chèze, en la diócesis de Saint Brieuc- el santo les instaba a que recitasen las tres partes del Rosario diariamente: por la mañana, a mediodía y al atardecer. Esta misma práctica recomendaba el santo encarecidamente a las Cofradías del Rosario que iba instituyendo en sus misiones.

En el majestuoso calvario de Pontchâteau, que Montfort levantó al finalizar una de las misiones más largas y fructuosas de su vida como misionero, el Rosario ocupó un puesto de honor: ciento cincuenta abetos representando las Avemarías y diez cipreses marcando las decenas, formaban, alrededor de una gran cruz, un inmenso rosario. Las capillas, situadas en lugares bien determinados, representaban los misterios de Jesús y María.

Era tal el interés del santo misionero por establecer el rezo del santo Rosario en los pueblos donde había misionado que le causaba una profunda pena cuando, al volver a visitar esos lugares, constataba que “aquellos pueblos que habían abandonado el rezo del santo Rosario también habían vuelto a caer en sus malas costumbres. Sin embargo, los que perseveraron en el rezo del santo Rosario, se mantenían en gracia de Dios y progresaban en la virtud”. (Secreto Admirable del Santísimo Rosario, nº 113).

Montfort entró a formar parte como Hermano de la Tercera Orden de Santo Domingo el 10 de noviembre de 1710. En una carta, dirigida al Superior General de los Dominicos, Luis María le pide permiso para crear Cofradías del Rosario en los lugares donde predicase misiones, obteniendo así, para los que participaban en ellas, las indulgencias otorgadas, especialmente por el Papa Pío V, a las Cofradías del santo Rosario. Algunos de sus biógrafos afirman que Montfort llegó a inscribir en la Cofradía del Rosario a no menos de cien mil personas. Fue en la Rochelle, ciudad dominada especialmente por la religión protestante, donde el santo desplegó todo su celo e interés por predicar y extender la devoción al santo Rosario. Su celo de apóstol fue recompensado con numerosas conversiones de personas protestantes, lo que le supuso un rechazo todavía más cruel por parte de los sectores fundamentalistas de esta religión. Montfort constató, y lo afirmó en diferentes ocasiones que sus numerosas conversiones eran debidas a la devoción al santo Rosario, llegando a decir que “jamás un pecador se le había resistido si lograba echarle el rosario al cuello”.

Si nos atenemos a los escritos de Montfort, la recomendación del rezo del santo Rosario aparece prácticamente en todos ellos. Cito nada más lo que el santo misionero escribe en la Súplica Ardiente, oración que es la introducción a las Reglas de los Sacerdotes Misioneros de la Compañía de María y en la que el santo pide al Hijo-Dios misioneros que “sin voluntad propia que los manche o los detenga cumplan tus designios y arrollen a todos tus enemigos, como otros tantos Davides, con el báculo de la Cruz y la onda del santo Rosario en las manos” (SA 8,12).

El Tratado de la Verdadera Devoción a María nos ofrece una cita muy significativa para ver el poder sobrenatural del Avemaría y del Rosario para convertir a las almas. En la quinta práctica exterior de la Devoción a María Montfort afirma: “No sé cómo ni por qué, pero es real. No tengo mejor secreto para conocer si una persona es de Dios que observar si gusta de rezar el Avemaría y el Rosario” (VD 251).

Para terminar con las muchas citas que se podrían traer y que demuestran el aprecio que Montfort tuvo al santo Rosario, finalizo con lo que el santo dice en su libro el Amor de la Sabiduría Eterna: “Personalmente no encuentro nada tan eficaz para atraer a nuestras almas el Reino de Dios, la Sabiduría Eterna, como el unir la oración vocal con la mental mediante la recitación del santo Rosario y la meditación de los quince misterios que en él se encierran” (ASE 193).

Resumiendo, podemos decir que para san Luis María Grignion de Montfort el Rosario fue una práctica de devoción fundamental para su santificación personal y el apostolado que llevó a cabo en las numerosas misiones populares. La gente le conocía como el “Padre del gran rosario”. Con toda razón podemos considerar a Montfort como el predicador, por excelencia, de la Cruz y del santo Rosario, y uno de los muchos apóstoles que han cantado las maravillas de gracia que el santo Rosario ha realizado en las almas sencillas, las mejor dispuestas a recibir en su alma la Palabra de Dios y el favor de nuestra buena Madre, la Virgen María.

Circular Nº 407 - 408 SEPTIEMBRE / OCTUBRE 2019  sgm@sgmontfort.org

viernes, 13 de octubre de 2023

VIRGEN MARÍA: La Virgen de Fátima y el Santo Rosario

 

Queridos amigos y hermanos del Blog, hoy 13 de octubre se cumple un nuevo aniversario de la última aparición de la Santísima Virgen a los niños pastores de Fátima en Portugal.

El mensaje que María Santísima ha querido entregarnos a través de Lucía, Jacinta y Francisco -los 3 pastorcitos de la Cova de Iría- es de suma actualidad, ya que en nuestro tiempo se está cumpliendo en el mundo lo que Ella había profetizado en sus apariciones acaecidas en 1917.

El mismo Papa San Juan Pablo II, se hizo eco de este mensaje de la Virgen y lo proclamó ante el mundo.  Con qué palabras de dolor y angustia consagró el 13 de mayo de 1982 la humanidad entera al Corazón Inmaculado de María, dijo el Santo Padre: “¡De la guerra nuclear, de una autodestrucción y de todo tipo de guerra, Líbranos! ¡Acoge, Madre de Cristo, este grito cargado del sufrimiento de todos los hombres, cargado del dolor del mundo entero!”.

Para mitigar este dolor y encontrar consuelo y salvación, la Virgen Santísima nos ha recomendado en Fátima, repetidas veces, que rezáramos el Santo Rosario todos los días, para alcanzar de Dios, nuestro Padre, la paz del mundo.  El Papa Magno nos dejó el mejor de los ejemplos rezando diariamente el Santo Rosario, ya que según sus palabras “es su oración predilecta”.

La oración es el primer apostolado de cada uno y para todos.  Valgámonos nosotros también de este primer apostolado y pidamos antes de comenzar el Santo Rosario por la paz y por la conversión de los pecadores, ya que dice María de Fátima: “muchas almas van al infierno porque no tienen quienes rueguen y se sacrifiquen por ellos”.  También pidamos en cada Rosario por el aumento y la perseverancia de las vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales.

Pero la Virgen no solamente nos pide en Fátima que recemos el Rosario, sino que meditemos sus misterios, ya que “un Rosario sin meditación es como un cuerpo sin alma”.

Es la Virgen Santísima la que manifestó a Sor Lucía que “quiere que le hagamos compañía meditando los misterios del Santo Rosario”, y el Papa nos invita a meditar con María en los misterios que Ella meditaba como Madre y continúa guardando en su Corazón, como consigna el Evangelio de San Lucas, capítulo 2, versículo 51.

Cuánto más podríamos meditar acerca del mensaje de Fátima, pero baste esto por ahora, Ella nos pide ser del todo suyos, y si lo intentamos nos dirá lo que un día pronunció ante Sor Lucía: “No te desanimes, yo nunca te abandonaré, mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios”.

Con mi bendición.

Padre José Medina