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domingo, 27 de abril de 2025

PAPA FRANCISCO: Voluntad testamentaria sólo en cuanto al lugar de su sepultura

Miserando atque Eligendo

En el Nombre de la Santísima Trinidad. Amén.

Sintiendo que se acerca el ocaso de mi vida terrena, y con viva esperanza en la Vida Eterna, deseo expresar mi voluntad testamentaria sólo en cuanto al lugar de mi sepultura.

Mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal los he confiado siempre a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima. Por tanto, pido que mis restos mortales descansen esperando el día de la resurrección en la Basílica Papal de Santa María la Mayor.

Deseo que mi último viaje terrenal termine en este antiquísimo santuario mariano, al que acudía en oración al inicio y al final de cada Viaje Apostólico, para encomendar confiadamente mis intenciones a la Madre Inmaculada y agradecerle sus dóciles y maternales cuidados.

Pido que se prepare mi sepulcro en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal, como se indica en el anexo adjunto.

El sepulcro debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus.

Los gastos para la preparación de mi entierro serán cubiertos por la suma del benefactor que he dispuesto, que será transferida a la Basílica Papal de Santa María la Mayor y para la cual he encargado las oportunas instrucciones al Arzobispo Rolandas Makrickas, Comisario Extraordinario del Capítulo Liberiano.

Que el Señor dé una merecida recompensa a quienes me han amado y seguirán rezando por mí. El sufrimiento que se hizo presente en la última parte de mi vida lo ofrecí al Señor por la paz mundial y la fraternidad entre los pueblos.

Santa Marta, 29 junio 2022

FRANCISCO






sábado, 26 de abril de 2025

PAPA FRANCISCO: Homilía del cardenal Re en el funeral de Francisco

 

En esta majestuosa plaza de San Pedro, en la que el Papa Francisco ha celebrado tantas veces la Eucaristía y presidido grandes encuentros a lo largo de estos 12 años, estamos reunidos en oración en torno a sus restos mortales con el corazón triste, pero sostenidos por las certezas de la fe, que nos asegura que la existencia humana no termina en la tumba, sino en la casa del Padre, en una vida de felicidad que no conocerá el ocaso.

En nombre del Colegio de Cardenales agradezco cordialmente a todos por su presencia. Con gran intensidad de sentimiento dirijo un respetuoso saludo y un profundo agradecimiento a los Jefes de Estado, Jefes de Gobierno y Delegaciones oficiales venidas de numerosos países para expresar afecto, veneración y estima hacia el Papa que nos ha dejado.

La masiva manifestación de afecto y participación que hemos visto en estos días, después de su paso de esta tierra a la eternidad, nos muestra cuánto ha tocado mentes y corazones el intenso pontificado del Papa Francisco.

Su última imagen, que permanecerá en nuestros ojos y en nuestro corazón, es la del pasado  domingo, solemnidad de Pascua, cuando el Papa Francisco, a pesar de los graves problemas de salud,  quiso impartirnos la bendición desde el balcón de la Basílica de San Pedro y luego bajó a esta plaza  para saludar desde el papamóvil descubierto a toda la gran multitud reunida para la Misa de Pascua.

Con nuestra oración queremos ahora confiar el alma del amado Pontífice a Dios, para que le conceda la felicidad eterna en el horizonte luminoso y glorioso de su inmenso amor. Nos ilumina y guía la página del Evangelio, en la cual resonó la misma voz de Cristo que interpelaba al primero de los Apóstoles: “Pedro, ¿me amas más que estos?”. Y la respuesta de Pedro fue inmediata y sincera: “Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero”. Y Jesús le confió la gran misión: “Apacienta mis ovejas” (cf. Jn 21,16-17). Será esta la tarea constante de Pedro y de sus sucesores, un servicio de amor a imagen de Cristo, Señor y Maestro, que «no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud» (Mc10,45).

A pesar de su fragilidad y sufrimiento final, el Papa Francisco eligió recorrer este camino de entrega hasta el último día de su vida terrenal. Siguió las huellas de su Señor, el buen Pastor, que amó a sus ovejas hasta dar por ellas su propia vida. Y lo hizo con fuerza y serenidad, cercano a su rebaño, la Iglesia de Dios, recordando la frase de Jesús citada por el Apóstol Pablo: «La felicidad está más en dar que en recibir» (Hch 20,35)


Cuando el Cardenal Bergoglio, el 13 de marzo de 2013, fue elegido por el Cónclave para suceder al Papa Benedicto XVI, llevaba sobre sus hombros años de vida religiosa en la Compañía de  esús y, sobre todo, estaba enriquecido por la experiencia de 21 años de ministerio pastoral en la Arquidiócesis de Buenos Aires, primero como Auxiliar, luego como Coadjutor y después,  especialmente, como Arzobispo.

La decisión de tomar por nombre Francisco pareció de inmediato una elección programática y de estilo con la que quiso proyectar su Pontificado, buscando inspirarse en el espíritu de san Francisco de Asís.

Conservó su temperamento y su forma de guía pastoral, y dio de inmediato la impronta de su fuerte personalidad en el gobierno de la Iglesia, estableciendo un contacto directo con las personas y con los pueblos, deseoso de estar cerca de todos, con especial atención hacia las personas en dificultad, entregándose sin medida, en particular por los últimos de la tierra, los marginados. Fue un Papa en medio de la gente con el corazón abierto hacia todos. Además, fue un Papa atento a lo nuevo que surgía en la sociedad y a lo que el Espíritu Santo suscitaba en la Iglesia.

Con el vocabulario que le era característico y su lenguaje rico en imágenes y metáforas, siempre buscó iluminar con la sabiduría del Evangelio los problemas de nuestro tiempo, ofreciendo una respuesta a la luz de la fe y animando a vivir como cristianos los desafíos y contradicciones de estos años de cambio, que él solía calificar como “cambio de época”.

Tenía gran espontaneidad y una manera informal de dirigirse a todos, incluso a las personas alejadas de la Iglesia.

Lleno de calidez humana y profundamente sensible a los dramas actuales, el Papa Francisco realmente compartió las preocupaciones, los sufrimientos y las esperanzas de nuestro tiempo de globalización, buscando consolar y alentar con un mensaje capaz de llegar al corazón de las personas de forma directa e inmediata.

Su carisma de acogida y escucha, unido a un modo de actuar propio de la sensibilidad de hoy, tocó los corazones, tratando de despertar las fuerzas morales y espirituales.

El primado de la evangelización fue la guía de su Pontificado, difundiendo con una clara impronta misionera la alegría del Evangelio, que fue el título de su primera Exhortación apostólica Evangelii gaudium. Una alegría que llena de confianza y esperanza el corazón de todos los que se confían a Dios.

El hilo conductor de su misión fue también la convicción de que la Iglesia es una casa para todos; una casa de puertas siempre abiertas. Recurrió varias veces a la imagen de la Iglesia como “hospital de campaña” después de una batalla con muchos heridos; una Iglesia determinada y deseosa de hacerse cargo de los problemas de las personas y los grandes males que desgarran el mundo contemporáneo; una Iglesia capaz de inclinarse ante cada persona, más allá de todo credo o condición, sanando sus heridas.

Innumerables son sus gestos y exhortaciones a favor de los refugiados y desplazados. También fue constante su insistencia en actuar a favor de los pobres.

Es significativo que el primer viaje del Papa Francisco fuera a Lampedusa, isla símbolo del drama de la emigración con miles de personas ahogadas en el mar. En la misma línea fue también el viaje a Lesbos, junto con el Patriarca Ecuménico y el Arzobispo de Atenas, así como la celebración de una Misa en la frontera entre México y Estados Unidos, con ocasión de su viaje a México.

De sus 47 agotadores Viajes Apostólicos quedará especialmente en la historia el de Irak en  2021, realizado desafiando todo riesgo. Esa difícil Visita Apostólica fue un bálsamo sobre las heridas abiertas de la población iraquí, que tanto había sufrido por la obra inhumana del ISIS. Fue también un viaje importante para el diálogo interreligioso, otra dimensión relevante de su labor pastoral. Con la Visita Apostólica de 2024 a cuatro países de Asia-Oceanía, el Papa alcanzó “la periferia más periférica del mundo”.

El Papa Francisco siempre puso en el centro el Evangelio de la misericordia, resaltando constantemente que Dios no se cansa de perdonarnos: Él perdona siempre, cualquiera sea la situación de quien pide perdón y vuelve al buen camino.

Quiso el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, destacando que la misericordia es “es el corazón del Evangelio”.

Misericordia y alegría del Evangelio son dos conceptos clave del Papa Francisco. En contraste con lo que definió como “la cultura del descarte”, habló de la cultura del encuentro y de la solidaridad. El tema de la fraternidad atravesó todo su Pontificado con tonos vibrantes. En la Carta encíclica Fratelli tutti quiso hacer renacer una aspiración mundial a la fraternidad, porque todos somos hijos del mismo Padre que está en los cielos. Con fuerza recordó a menudo que todos pertenecemos a la misma familia humana.

En 2019, durante su viaje a los Emiratos Árabes Unidos, el Papa Francisco firmó un documento sobre la “Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común”, recordando la común paternidad de Dios.

Dirigiéndose a los hombres y mujeres de todo el mundo, con la Carta encíclica Laudato si’ llamó la atención sobre los deberes y la corresponsabilidad respecto a la casa común. “Nadie se salva solo”.

Frente al estallido de tantas guerras en estos años, con horrores inhumanos e innumerables muertos y destrucciones, el Papa Francisco elevó incesantemente su voz implorando la paz e invitando a la sensatez, a la negociación honesta para encontrar soluciones posibles, porque la guerra -decía- no es más que muerte de personas, destrucción de casas, hospitales y escuelas. La guerra siempre deja al mundo peor de cómo era en precedencia: es para todos una derrota dolorosa y trágica.

“Construir puentes y no muros” es una exhortación que repitió muchas veces y su servicio a la fe como sucesor del Apóstol Pedro estuvo siempre unido al servicio al hombre en todas sus dimensiones.

En unión espiritual con toda la cristiandad, estamos aquí numerosos para rezar por el Papa Francisco, para que Dios lo acoja en la inmensidad de su amor.

El Papa Francisco solía concluir sus discursos y encuentros diciendo: “No se olviden de rezar por mí”.

Querido Papa Francisco, ahora te pedimos a ti que reces por nosotros y que desde el cielo bendigas a la Iglesia, bendigas a Roma, bendigas al mundo entero, como hiciste el pasado domingo desde el balcón de esta Basílica en un último abrazo con todo el Pueblo de Dios, pero idealmente también con la humanidad que busca la verdad con corazón sincero y mantiene en alto la antorcha de la esperanza.

viernes, 25 de abril de 2025

PAPA FRANCISCO: “No renunciaste”

Gracias a la gentil autorización de Mons. Gabriel Bernardo Barba, Obispo de la Diócesis de San Luis, Argentina, les comparto esta hermosa poesía al Papa Francisco, escrita por Gloria Liliana Franco Echeverri, presidenta de la CLAR, Confederación Latinoamericana de Religiosos.

 

“No renunciaste”

 

No renunciaste

a poner la mirada en Jesús,

ni a orientar el caminar de la Iglesia,

hacia lo esencial del Evangelio.

 

No renunciaste

a centrar el corazón en tu Dios

y a querer como Él,

una Iglesia con sitio para todos.

 

No renunciaste

a los gestos proféticos y audaces,

ni a la bondadosa cercanía,

ni a la revolucionaria misericordia,

que escandaliza a los fariseos.

 

No renunciaste

al contagioso buen humor,

ni a la indispensable dosis de alegría

que nos renovó la esperanza.

 

No renunciaste

a trasegar

tantos y tan diversos territorios,

ni a la necesaria y accidentada

Iglesia sinodal y en salida;

tampoco renunciaste

al amor sin fronteras,

al diálogo ecuménico,

al cuidado de la creación,

y a la búsqueda de la paz.

 

No renunciaste

a las raíces, a la identidad,

a la consciencia de pueblo

a la teología que te parió

y a la expresión encarnada

de una radical espiritualidad.

 

No renunciaste

cuando te acosaron

las calumnias y las críticas;

no lo hiciste cuando te salpicó

la incomprensión y la indiferencia.

E incluso,

con las fuerzas menguadas,

permaneciste en pie,

como las “ mujeres del alba”,

como los testigos

de todas las horas.

 

No renunciaste,

no podías hacerlo,

la pasión por Jesús y por el Reino,

te impedía claudicar.

No renunciaste

y nosotros,

tampoco lo haremos.


jueves, 24 de abril de 2025

PAPA FRANCISCO: Mensaje de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina por el fallecimiento del Papa Francisco

 


Prot. CEA N° 77/2025

Buenos Aires, 21 de abril de 2025

 

Mensaje de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina por el fallecimiento del Papa Francisco

 

Con profundo dolor y con la esperanza cierta de la Pascua, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, en nombre de todos los obispos del país, expresamos la enorme tristeza por el fallecimiento del Santo Padre Francisco, ocurrido esta mañana del lunes de Pascua.

Damos gracias a Dios por la vida, el ministerio y el testimonio de fe de quien supo guiar a la Iglesia universal con humildad, firmeza evangélica y amor incondicional por los pobres, los descartados y los que sufren. Su magisterio deja una huella imborrable en el camino de la Iglesia en su testimonio de Jesucristo.

Los obispos argentinos, unidos a todo el Pueblo de Dios, elevamos nuestras oraciones por su eterno descanso. Lo despedimos con emoción filial y encomendamos su descanso eterno al Padre de la Vida.

Invitamos a todas las comunidades a celebrar la Eucaristía en su memoria, dando gracias por su vida entregada al servicio del Evangelio, y a renovar, en este tiempo pascual y en el año jubilar de la esperanza, nuestra fe en Cristo Resucitado, que vence la muerte y nos ofrece la Vida nueva.

María, Nuestra Señora de Luján, lo reciba en su corazón de Madre.

 

Mons. Marcelo Daniel Colombo, Arzobispo de Mendoza, Presidente

Ángel Sixto Cardenal Rossi SJ, Arzobispo de Córdoba, Vicepresidente 1°

Mons. César Daniel Fernández, Obispo de Jujuy, Vicepresidente 2°

Mons. Raúl Pizarro, Obispo auxiliar de San Isidro, Secretario General

Comisión Ejecutiva

miércoles, 23 de abril de 2025

PAPA FRANCISCO: ¿Qué será del hombre después de la muerte? ¿Qué será de mí?

 

Publicamos la introducción del Pontífice al libro del padre Tommaso Giannuzzi titulado “Profetas de esperanza. Don Tonino Bello y Papa Francisco”. 

En el texto, publicado por Àncora Editrice, el sacerdote salentino toma como referencia las palabras del Papa argentino y del obispo de Molfetta para intentar dar un rostro a la virtud de la esperanza, fuente que brota en el corazón de la humanidad.

 

Entre las muchas preguntas que el hombre se ha planteado a lo largo de la historia, una más que todas ha encontrado siempre una respuesta incierta, pero que puede permitir afrontar el evento del cual nace la pregunta primordial, es decir, la vida más allá de la muerte; ¿Qué será del hombre después de la muerte? ¿Qué será de mí? Todos somos conscientes de que nadie escapa al misterio de la muerte y que las múltiples interrogantes que surgen de este evento no pueden dejar de involucrar esa virtud que, más que ninguna otra, permite a cada hombre y mujer mirar más allá del límite humano: ¡la esperanza! Porque esperar es vida, es vivir, es dar sentido al camino, es encontrar las razones por las cuales seguir adelante motivando el sentido de nuestra existencia, de nuestro presente, de nuestro ser aquí, ahora. El Catecismo de la Iglesia Católica describe cómo la virtud teologal de la esperanza encuentra fundamento en la palabra de Jesús, afirmando que:

La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo (1). Además, corresponde al anhelo de felicidad puesto por Dios en el corazón de todo hombre; asume las esperanzas que inspiran las actividades de los hombres; las purifica para ordenarlas al Reino de los cielos; protege del desaliento; sostiene en todo desfallecimiento; dilata el corazón en la espera de la bienaventuranza eterna (2).

La esperanza dona a la vida del hombre una ventana hacia lo Eterno. Somos bien conscientes, sin embargo, de que la respuesta a la pregunta sobre la meta del viaje cristiano puede encontrar una respuesta negativa, debido a las muchas influencias equivocadas que llegan del mundo; además, ante el miedo de pensar que no hay un después al final del viaje, es posible que la humanidad caiga en la desesperación. Si falta la virtud de la esperanza, también se derrumban las otras virtudes que se apoyan en ella. Hoy en día, a menudo se ironiza sobre este pilar de la vida de fe y se equivoca tanto que el dicho popular “quien de esperanza vive, desesperado muere” domina el tema. Se corre el riesgo, cada vez más acechante, de pensar que la esperanza es:

Una especie de trastero de los deseos no cumplidos [...]. Hay que hacer entender, en cambio, que la esperanza es pariente cercana del realismo. Es la tensión de quien, encaminándose en una calle, ya ha recorrido un tramo y orienta sus pasos, con amor y trepidación, hacia la meta aún no alcanzada. Es un compromiso robusto, en resumen, que no tiene nada que ver con la fuga (3).

Es necesario tener presente, sin embargo, que la esperanza no es un don que se tiene por el solo mérito humano, sino que es una gracia que nace del deseo innato de ser felices. A través de Cristo muerto y resucitado, tal gracia, por la fuerza del Espíritu Santo, se inserta en el corazón de cada hombre y mujer: “este deseo es de origen divino”; Dios lo ha puesto en el corazón del hombre a fin de atraerlo hacia Él, el único que lo puede satisfacer (4). Escribo en la Bula de convocación para el Jubileo de 2025:

Todos esperan. En el corazón de toda persona anida la esperanza como deseo y expectativa del bien, aun ignorando lo que traerá consigo el mañana. Sin embargo, la imprevisibilidad del futuro hace surgir sentimientos a menudo contrapuestos: de la confianza al temor, de la serenidad al desaliento, de la certeza a la duda. Encontramos con frecuencia personas desanimadas, que miran el futuro con escepticismo y pesimismo, como si nada pudiera ofrecerles felicidad (5).

Tomando como punto de partida el pensamiento de don Tonino Bello y mis palabras y catequesis sobre la virtud de la esperanza, don Tommaso Giannuzzi ha intentado releer algunos aspectos de ella, que, a través de nuestras palabras, se convierten para el lector en una invitación a dejarse sorprender por esta fuerza que encuentra en el Resucitado su inicio y su culminación. A través del análisis de algunos escritos de monseñor Bello y principalmente a través de las catequesis sobre este tema que he dado en las audiencias de los miércoles del año 2017, el autor del texto intentará dar un rostro a esta fuente que brota en el corazón de la humanidad. Esta invitación se convierte, entonces, en un compromiso para hacer crecer en nosotros esta «niña», como también monseñor Bello solía definir esta gran virtud, apropiándose de las palabras y el pensamiento del gran poeta y escritor Charles Péguy:

Cuál no será preciso que sea mi gracia y la fuerza de mi gracia para que esta pequeña esperanza, vacilante ante el soplo del pecado, temblorosa ante los vientos, agonizante al menor soplo, siga estando viva, se mantenga tan fiel, tan en pie, tan invencible y pura e inmortal e imposible de apagar [...].  Lo que me asombra, dice Dios, es la esperanza, y no salgo de mi asombro. Esta pequeña esperanza que parece una cosita de nada, esta pequeña niña esperanza, inmortal. (6).

Papa Francisco

 

Notas

(1) Catecismo de la Iglesia Católica, Librería Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 1992, n. 1817 (de ahora en adelante: CCC).

(2) Ib, n. 1818

(3) A. Bello, Squilli di trombe e rintocchi di campane, en Escritos 3, Ed. La Nuova Mezzina, Molfetta (BA) 2014, p. 231. Las obras de mons. Bello están recogidas en los seis volúmenes editados por la editorial La Nuova Mezzina. Citaremos las obras a lo largo del texto haciendo referencia al volumen en que están contenidas con el encabezado Escritos 1, 2 etc. [Nota del autor].

(5) Francisco, Spes non confundit, Bula de convocación del jubileo ordinario del año 2025, 9 de mayo de 2024, n. 1.

(6) C. Péguy, Los Misterios, Jaka Book, Milán 1997, pp. 164-165.

viernes, 17 de enero de 2025

PAPA FRANCISCO: “Brochero no debía ser sino sacerdote”

El Papa se reunió con la comunidad del Colegio Sacerdotal Argentino en Roma y evocó las costumbres de su país natal, recordando a San José Gabriel del Rosario Brochero, una figura apropiada para quienes siguen preparándose para afrontar la ardua batalla de la Buena Nueva.

Es un saludo muy cercano el que el Papa Francisco dirige en español a la comunidad del Colegio Sacerdotal Argentino de Roma, a cuyos miembros recibió en audiencia el jueves 16 de enero de 2025, en la biblioteca del Palacio Apostólico. Bergoglio confió a los sacerdotes y formadores que le hubiera gustado celebrar la misa con ellos y compartir un asado, como es costumbre en Argentina.

Les comparto el texto completo del mensaje:

 

Queridos sacerdotes, formadores,

señoras y señores:

Hoy debería ser yo quien los acompañe a ustedes, en la celebración de la Santa Misa y en la cena. No hace falta que les diga que me quedo con las ganas del asado. Pero, ser pastor como bien saben nos coloca a veces delante y a veces detrás, según los designios de Quien es Señor de nuestras vidas.

De todas formas, para no dejar de lado los olores de nuestra tierra, quiero comentarles algo que leí hace poco sobre el cura Brochero y que me parece muy conveniente para ustedes, que se siguen preparando para enfrentar la ardua batalla del Evangelio. Lo que les voy a ilustrar de él está referido a su alma sacerdotal y el primer punto, esencial, es la afirmación hecha por sus amigos de que “Brochero no debía ser sino sacerdote”.

Debemos asumir con firmeza esta identidad sacerdotal, permearnos de que nuestra vocación no es un apéndice, un medio para otros fines, incluso piadosos, como salvarse. Absolutamente, no. La vocación es el proyecto de Dios en nuestra vida, lo que Dios ve en nosotros, lo que mueve su mirada de amor, me atrevería a decir que en cierta forma es el amor que Él nos tiene y en este radica nuestra verdadera esencia.

Y aquí el santo cura explica qué significa abrazar “la carrera eclesiástica” —ya saben que es una expresión que a mí no me gusta pero como la entiende Brochero, en su deseo de morir corriendo como el caballo “chesche”, se asemeja más a la de san Pablo (cf. 2 Tm 4,7)—. Es, nos dice, “trabajar en el bien de los prójimos hasta el último [momento] de la vida”, la total donación de sí mismos, la entrega a Dios en el hermano, gastándose y desgastándose por el Evangelio. Paralelamente, “batallar —continúa el santo— con los enemigos del alma, como los pumas que pelean echados cuando parados no pueden hacer la defensa”. Es decir, cuidar la vida interior, mantener encendido el fuego, con mucha humildad, “echados”, pues “parados” en nuestra soberbia somos más vulnerables.

Otra nota importante es la fraternidad sacerdotal. En primer lugar con el Obispo, del que se considera un simple soldado, para emular las hazañas de los próceres, combatiendo junto a él, codo con codo, hasta el último cartucho. Y con los hermanos sacerdotes quiere compartir cuanto tiene, los invita a corregirle con confianza y lo hace con ellos con franqueza, pidiéndoles llevar una vida de piedad profunda, con una confesión frecuente “ya con el uno ya con el otro”, para compartir así toda la vida, tanto material como espiritual y apostólica.

Finalmente, como no podría ser de otra manera, la Eucaristía. Por ardua que fuera su tarea buscó no dejarla nunca, llegando a pasar gran parte de la noche al raso, en medio de los maizales, esperando a que se despierten en el rancho —ya que no consideró oportuno molestar de madrugada—, para poder entrar a celebrar. Ese sacrificado respeto por el misterio que, lejos de imposiciones, calaba más que mil palabras de empalagosa elocuencia.

Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Y, ante el Señor en el altar, no se olviden de rezar por mí.

Papa Francisco

martes, 8 de octubre de 2024

PAPA FRANCISCO: Le suplica a la Virgen: “Intercede por nuestro mundo en peligro”

 

(Vatican News) El pasado domingo 6 de octubre, desde la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, Francisco se unió a los miembros del Sínodo de los Obispos y a los fieles de todo el mundo para rezar el rosario en súplica del don de la paz en el mundo por intercesión de la Virgen. «¡Acoge nuestro grito!», rezó el Papa, pidiendo también una “mirada materna sobre la familia humana”.

A los pies de la Santísima Virgen María, en la víspera de la jornada de oración y ayuno por la paz en el mundo, desde la Basílica de Santa María la Mayor, un sitio muy querido para él, Francisco elevó una fervorosa súplica a Nuestra Señora este domingo 6 de octubre. A Ella, que conoce los dolores y las fatigas "que en esta hora abruman nuestro corazón", como expresó en su plegaria, le pidió: "¡Escucha nuestro clamor!".

Tras rezar el santo rosario junto a los miembros del Sínodo, a quienes invitó especialmente a esta iniciativa, el Sucesor de Pedro exclamó:

Oh María, Madre nuestra, estamos de nuevo aquí ante ti. Tú conoces los dolores y las fatigas que en esta hora abruman nuestro corazón. Nosotros elevamos la mirada hacia ti, nos sumergimos en tus ojos y nos encomendamos a tu corazón.

También a ti, oh Madre, la vida te reservó difíciles pruebas y humanos temores, pero fuiste valiente y audaz; confiaste todo a Dios, le respondiste con amor, te ofreciste incondicionalmente. Como intrépida Mujer de la caridad, fuiste rápidamente a ayudar a Isabel; con prontitud percibiste la necesidad de los esposos durante las bodas de Caná; con fortaleza interior en el Calvario iluminaste de esperanza pascual la noche del dolor. Por último, con ternura de Madre animaste a los discípulos temerosos en el Cenáculo y, con ellos, acogiste el don del Espíritu.

Ahora te suplicamos, ¡escucha nuestro clamor! Necesitamos tu mirada, tu mirada amorosa que nos invita a confiar en tu Hijo Jesús. Tú que estás dispuesta a acoger nuestros dolores, ven a socorrernos en este tiempo en que estamos oprimidos por las injusticias y devastados por las guerras; enjuga las lágrimas sobre los rostros sufridos de cuantos lloran la muerte de sus seres queridos, de sus propios hijos; despiértanos del letargo que ha oscurecido nuestro camino y despoja nuestros corazones de las armas de la violencia, para que se cumpla pronto la profecía de Isaías: «Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra» (Is 2,4).

Madre, dirige tu mirada maternal a la familia humana, que ha perdido el gozo de la paz y ha extraviado el sentido de la fraternidad. Madre, intercede por nuestro mundo en peligro, para que custodie la vida y rechace la guerra; para que cuide a los que sufren, a los pobres, a los indefensos, a los enfermos y a los afligidos, y proteja nuestra casa común.

A ti imploramos, Madre, la misericordia de Dios, a ti que eres Reina de la paz. Convierte los corazones de quienes alimentan el odio, silencia el ruido de las armas que provocan la muerte, apaga la violencia que habita en el interior del hombre e inspira proyectos de paz en las decisiones de quienes gobiernan las naciones.

María, Reina del santo Rosario, desata los nudos del egoísmo y disipa las nubes oscuras del mal. A nosotros tus hijos llénanos con tu ternura, levántanos con tu mano bondadosa y danos tu caricia de Madre, que nos hace esperar el advenimiento de una nueva humanidad donde «el desierto será un vergel y el vergel parecerá un bosque. En el desierto habitará el derecho y la justicia morará en el vergel. La obra de la justicia será la paz» (Is 32,15-17).

Oh Madre, Salus Populi Romani, ¡ruega por nosotros!

jueves, 19 de septiembre de 2024

ES TIEMPO DE MISERICORDIA (audios): La puerta de la misericordia es el Corazón de Cristo


Tema del programa Nº 26 del ciclo:

La puerta de la misericordia es el Corazón de Cristo

“Es tiempo de Misericordia”, es un micro programa de evangelización, realizado por el sacerdote, periodista y escritor argentino residente en España, José Antonio Medina Pellegrini, que se emitió dentro del Programa “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Getafe.

Su día y horario de emisión fue el domingo a las 09:45 hs y fue transmitido por Cadena Cope, en las siguientes frecuencias: Cope Comunidad 101.0 FM, Cope Madrid Sur 89.7 FM, Cope Jarama. 100.5 FM y Cope Pinares 92.2 FM (cada una de estas frecuencias se escuchan en la zona sur de Madrid), desde el mes de febrero hasta diciembre de 2016.

“Es tiempo de Misericordia” nos presenta en cada una de sus emisiones distintas alocuciones, homilías y catequesis del Santo Padre Francisco sobre la Divina Misericordia, para que nosotros, al escucharlas, nos decidamos a ser receptores de la misma y a darla, a manos llenas, a nuestros hermanos.

Locución: Cristina Lozano

jueves, 12 de septiembre de 2024

ES TIEMPO DE MISERICORDIA (audios): La misericordia inclusiva de Dios a nadie excluye


Tema del programa Nº 25 del ciclo:

La misericordia inclusiva de Dios a nadie excluye

“Es tiempo de Misericordia”, es un micro programa de evangelización, realizado por el sacerdote, periodista y escritor argentino residente en España, José Antonio Medina Pellegrini, que se emitió dentro del Programa “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Getafe.

Su día y horario de emisión fue el domingo a las 09:45 hs y fue transmitido por Cadena Cope, en las siguientes frecuencias: Cope Comunidad 101.0 FM, Cope Madrid Sur 89.7 FM, Cope Jarama. 100.5 FM y Cope Pinares 92.2 FM (cada una de estas frecuencias se escuchan en la zona sur de Madrid), desde el mes de febrero hasta diciembre de 2016.

“Es tiempo de Misericordia” nos presenta en cada una de sus emisiones distintas alocuciones, homilías y catequesis del Santo Padre Francisco sobre la Divina Misericordia, para que nosotros, al escucharlas, nos decidamos a ser receptores de la misma y a darla, a manos llenas, a nuestros hermanos.

Locución: Cristina Lozano

jueves, 5 de septiembre de 2024

ES TIEMPO DE MISERICORDIA (audios): El papa Francisco y la Misericordia de Dios


Tema del programa Nº 24 del ciclo:

El papa Francisco y la Misericordia de Dios

“Es tiempo de Misericordia”, es un micro programa de evangelización, realizado por el sacerdote, periodista y escritor argentino residente en España, José Antonio Medina Pellegrini, que se emitió dentro del Programa “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Getafe.

Su día y horario de emisión fue el domingo a las 09:45 hs y fue transmitido por Cadena Cope, en las siguientes frecuencias: Cope Comunidad 101.0 FM, Cope Madrid Sur 89.7 FM, Cope Jarama. 100.5 FM y Cope Pinares 92.2 FM (cada una de estas frecuencias se escuchan en la zona sur de Madrid), desde el mes de febrero hasta diciembre de 2016.

“Es tiempo de Misericordia” nos presenta en cada una de sus emisiones distintas alocuciones, homilías y catequesis del Santo Padre Francisco sobre la Divina Misericordia, para que nosotros, al escucharlas, nos decidamos a ser receptores de la misma y a darla, a manos llenas, a nuestros hermanos.

Locución: Cristina Lozano

jueves, 29 de agosto de 2024

ES TIEMPO DE MISERICORDIA (audios): El imperativo ético de dar de comer al hambriento



Tema del programa Nº 23 del ciclo:

El imperativo ético de dar de comer al hambriento

“Es tiempo de Misericordia”, es un micro programa de evangelización, realizado por el sacerdote, periodista y escritor argentino residente en España, José Antonio Medina Pellegrini, que se emitió dentro del Programa “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Getafe.

Su día y horario de emisión fue el domingo a las 09:45 hs y fue transmitido por Cadena Cope, en las siguientes frecuencias: Cope Comunidad 101.0 FM, Cope Madrid Sur 89.7 FM, Cope Jarama. 100.5 FM y Cope Pinares 92.2 FM (cada una de estas frecuencias se escuchan en la zona sur de Madrid), desde el mes de febrero hasta diciembre de 2016.

“Es tiempo de Misericordia” nos presenta en cada una de sus emisiones distintas alocuciones, homilías y catequesis del Santo Padre Francisco sobre la Divina Misericordia, para que nosotros, al escucharlas, nos decidamos a ser receptores de la misma y a darla, a manos llenas, a nuestros hermanos.

Locución: Cristina Lozano

jueves, 15 de agosto de 2024

ES TIEMPO DE MISERICORDIA (audios): Las obras de misericordia son antídoto contra la indiferencia

Tema del programa Nº 22 del ciclo:

Las obras de misericordia son antídoto contra la indiferencia

“Es tiempo de Misericordia”, es un micro programa de evangelización, realizado por el sacerdote, periodista y escritor argentino residente en España, José Antonio Medina Pellegrini, que se emitió dentro del Programa “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Getafe.

Su día y horario de emisión fue el domingo a las 09:45 hs y fue transmitido por Cadena Cope, en las siguientes frecuencias: Cope Comunidad 101.0 FM, Cope Madrid Sur 89.7 FM, Cope Jarama. 100.5 FM y Cope Pinares 92.2 FM (cada una de estas frecuencias se escuchan en la zona sur de Madrid), desde el mes de febrero hasta diciembre de 2016.

“Es tiempo de Misericordia” nos presenta en cada una de sus emisiones distintas alocuciones, homilías y catequesis del Santo Padre Francisco sobre la Divina Misericordia, para que nosotros, al escucharlas, nos decidamos a ser receptores de la misma y a darla, a manos llenas, a nuestros hermanos.

Locución: Cristina Lozano


jueves, 1 de agosto de 2024

ES TIEMPO DE MISERICORDIA (audios): Las obras de misericordia son el testamento de Jesús

Tema del programa Nº 21 del ciclo:

Las obras de misericordia son el testamento de Jesús

“Es tiempo de Misericordia”, es un micro programa de evangelización, realizado por el sacerdote, periodista y escritor argentino residente en España, José Antonio Medina Pellegrini, que se emitió dentro del Programa “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Getafe.

Su día y horario de emisión fue el domingo a las 09:45 hs y fue transmitido por Cadena Cope, en las siguientes frecuencias: Cope Comunidad 101.0 FM, Cope Madrid Sur 89.7 FM, Cope Jarama. 100.5 FM y Cope Pinares 92.2 FM (cada una de estas frecuencias se escuchan en la zona sur de Madrid), desde el mes de febrero hasta diciembre de 2016.

“Es tiempo de Misericordia” nos presenta en cada una de sus emisiones distintas alocuciones, homilías y catequesis del Santo Padre Francisco sobre la Divina Misericordia, para que nosotros, al escucharlas, nos decidamos a ser receptores de la misma y a darla, a manos llenas, a nuestros hermanos.

Locución: Cristina Lozano

miércoles, 17 de julio de 2024

ES TIEMPO DE MISERICORDIA (audios): El Santo Rosario de María es expresión de la Misericordia


Tema del programa Nº 20 del ciclo:

El Santo Rosario de María es expresión de la Misericordia

“Es tiempo de Misericordia”, es un micro programa de evangelización, realizado por el sacerdote, periodista y escritor argentino residente en España, José Antonio Medina Pellegrini, que se emitió dentro del Programa “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Getafe.

Su día y horario de emisión fue el domingo a las 09:45 hs y fue transmitido por Cadena Cope, en las siguientes frecuencias: Cope Comunidad 101.0 FM, Cope Madrid Sur 89.7 FM, Cope Jarama. 100.5 FM y Cope Pinares 92.2 FM (cada una de estas frecuencias se escuchan en la zona sur de Madrid), desde el mes de febrero hasta diciembre de 2016.

“Es tiempo de Misericordia” nos presenta en cada una de sus emisiones distintas alocuciones, homilías y catequesis del Santo Padre Francisco sobre la Divina Misericordia, para que nosotros, al escucharlas, nos decidamos a ser receptores de la misma y a darla, a manos llenas, a nuestros hermanos.

Locución: Cristina Lozano