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Portada de la Revista “VIDA NUEVA”, número 3.170, 21/03/2020. |
“Que el rosario no se caiga de
nuestra mano”
JOSÉ ANTONIO MEDINA PELLEGRINI
Capellán del Hospital Infanta Elena
de Valdemoro (Madrid)
El coronavirus ha confinado a
millones de españoles en sus casas. ¿El objetivo? Frenar su expansión ayudando
así a quienes están en el frente de esta guerra: enfermos y personal sanitario.
Entre ellos y junto a ellos, hombres y mujeres de Iglesia se entregan en las
capellanías hospitalarias, en los centros sociales… Y también con la oración.
José Antonio Medina Pellegrini, sacerdote
diocesano de Getafe, es, desde el pasado 1 de septiembre, capellán del Hospital
Universitario Infanta Elena, en la localidad madrileña de Valdemoro, donde
también acompaña al monasterio de las clarisas y es confesor en la parroquia Santiago
Apóstol. Hace seis meses no podía ni imaginar lo que estaba por venir: el
coronavirus lo ha puesto todo patas arriba y, desde la primera semana de
marzo, el hospital está “desbordado”. No en vano, el pueblo es uno de los focos
más devastadores de la pandemia.
Pese a todo, mantiene la calma y
vive su nueva misión con una especial intensidad: “Aquí descubro cada día las
maravillas de la gracia de Dios ante el dolor, aprendiendo a ver a Cristo en
ese sufrimiento, unido a la Cruz de tantos enfermos”. Así, asegura estar “muy
feliz y agradecido, más allá de lo arduo y delicado que es el trabajo ministerial
en un hospital”.
“La capellanía sacerdotal –enfatiza–
es una expresión de la pastoral de la salud. Este es un ministerio eclesial de
compañía y asistencia, inspirado por el Espíritu Santo y realizado en nombre
del Señor Jesús en su Iglesia. Me centro en la dimensión espiritual del paciente,
facilitando el acceso de los sacramentos a quienes lo deseen y ofreciendo mi
oración, muchas veces compartiéndola en familia junto con el paciente; como
así, también, ayudando en todo a quien más lo necesite”.
“En estos días tan especiales y
recios –prosigue–, a menudo se me viene a la memoria la siguiente frase que
está esculpida en la entrada del hospital San Giacomo de Roma: ‘Ven para ser
sanado; si no sanado, al menos curado; si no curado, al menos consolado’. Los
tres verbos, ‘sanar’, ‘curar’, ‘consolar’, proponen varios horizontes de salud
y de esperanza. Estos tres verbos son una motivación muy fuerte cuando estoy
ante cada enfermo en el hospital. Y, en esta triple disposición, me veo
llevando en mi ministerio a Cristo, Buen Pastor, ‘que pasó por el mundo
haciendo el bien y sanando a todos’”.
Con coraje
No ha caído en saco roto la
reciente llamada del papa Francisco al pedir a los sacerdotes “que tengan el coraje
de salir y acudir a los enfermos, llevando la fuerza de la Palabra de Dios y la
Eucaristía y acompañando a los trabajadores sanitarios, los voluntarios, en
este trabajo que están haciendo”. Medina Pellegrini la acoge apasionado: “¡Gracias,
Santo Padre, por iluminar nuestro camino en estos días para centrarnos en lo
esencial!”.
Por todo aquello de lo que está
siendo testigo en el hospital de Valdemoro, el sacerdote expresa “mi respeto y
mi admiración por los médicos, enfermeros, auxiliares y por todo el personal
sanitario del centro, que están poniendo alma, corazón y vida para hacer su
trabajo con profesionalidad y con un esmero y con un cuidado hasta en el
detalle a los enfermos que es de admirar. Todo mi respeto, reconocimiento y
gratitud para con ellos”.
“Debemos rezar, y mucho –concluye–,
por los enfermos, por la salud y por la fortaleza de nuestros médicos y de todos
los agentes sanitarios. También, rezar por el fin de esta pandemia y, por
supuesto, encomendar al Señor de la Vida a aquellos seres queridos que han
fallecido a causa de la misma. Que el rosario no se caiga de nuestra mano…”.
A esto último invita con todas sus
fuerzas también a quienes están fuera del hospital. Y es que, todas las tardes,
a las cinco y media, lo reza en la capilla. Y pide que se unan a él, cada uno
en su casa, todos aquellos que puedan.
Artículo escrito
por Miguel Ángel Malavia y publicado en la Revista “VIDA NUEVA”, número 3.170, del
21 de marzo de 2020, Madrid, España. © Vida Nueva 2020.