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viernes, 24 de junio de 2022

JESUCRISTO: Decálogo del Sagrado Corazón de Jesús

 


1.- Os amo a todos los hombres. A todas las horas y sin distinción. Vuestras sendas me son familiares. Conozco vuestros deseos. Os acompaño en vuestras dificultades.

2.- Perdono y olvido vuestra indiferencia, pero valoro y aplaudo el afán de aquellos que intentáis superaros y rectificar en vuestras actitudes.

3.- Intento llevaros hasta Dios. Mi Camino, no es mío, es de Aquel que me ha enviado. No soy ningún “líder”. No actúo ni me muevo por Mí mismo. Mi Objetivo es acercaros hasta el inmenso Amor que Dios os tiene.

4.- Mi Corazón está cargado de Humanidad. Entre otras cosas porque, soy consciente, que con vuestro lenguaje es como mejor podéis aprender lo que Dios quiere de vosotros y lo que, vosotros, podéis alcanzar de Dios.

5.- En Mí tenéis el Agua Viva. No os fiéis de aquellos que, en valioso vaso de cristal, os emborrachan con antivalores, superficialidad o verdades a medias. Lo que Yo os digo tiene Valor de Eternidad: viviréis junto a Dios

6.- Mi Corazón tiene sed de vosotros. “Tengo sed” dije en la Cruz y, ahora de nuevo, lo repito: tengo sed de vosotros. De vuestras almas e ilusiones, de vuestras miradas y pensamientos. Tengo sed de salvaros. ¿Me dejáis?

7.- Yo puedo conduciros por valles tranquilos. No os desesperéis. La vida, bien lo sé, no siempre es fácil. Apoyaros en el Cayado de la Fe. Inclinad vuestras cabezas sobre mi Pecho. Os garantizo que seguiréis avanzando y llegando a la meta que os propongáis.

8.- Soy Vida para el que me busca. Mirad un poco a vuestro alrededor: muerte, preocupaciones, desencanto, crisis. Yo tengo poder sobre la muerte. Soy Resurrección y Vida. ¿Creéis en Mí? Os digo que no moriréis. ¡Creed!

9.- Quien dice ser mi amigo, no lo olvidéis, ha de llevar la palabra “yo sirvo” marcada en su frente. Os necesito, no como reyes, y sí como gente que sepa desgastarse en pequeños o grandes detalles. Cuando estéis junto a Mí en el Cielo, recordaré todo lo que hicisteis de bueno cuando estuvisteis en la Tierra.

10.- No os dejéis llevar ni seducir por los atajos que conducen a ninguna parte; ni por las verdades interesadas que son grandes mentiras o por una vida que es un sin vivir. Sed reflexivos, buscad el Camino que conduce a la Paz; luchad por la Verdad sin farsa; aspirad a una Vida según y con Dios.

 

Escrito por Javier Leoz, Sacerdote Diocesano de Pamplona, Navarra.

viernes, 27 de mayo de 2022

SAGRADA BIBLIA: Decálogo de la Palabra de Dios

 

Queridos amigos y hermanos del blog: quiero compartirles un texto del lunes 5 de octubre del 2008, al día siguiente de la apertura de la asamblea sinodal dedicada a la Palabra de Dios, y al hilo del salmo 118, en el cual el Papa Benedicto XVI trazó una hermosísima meditación sobre la Palabra de Dios. De ella subrayó su solidez, su estabilidad, su fuerza creadora y regeneradora, su actualidad, su perennidad y su capacidad transformadora. El texto original ha sido titulado en 10 partes formando así un verdadero

Decálogo de la Palabra de Dios

1 - La Palabra de Dios es firme

La Palabra de Dios es, en efecto, está firme en los cielos, sobre ella –que siempre persiste- el Señor fijó la tierra. Cielo y tierra pasarán, pero la Palabra de Dios no pasará. Si la misma palabra humana, a pesar de su fragilidad y caducidad, da forma a los pensamientos y a los sentimientos y crea la historia y la realidad, ¿cuánto más la Palabra de Dios, fundamento de todo, verdadera realidad? Los hombres nos esforzamos en fundamentar y construir nuestra vida y nuestra realidad sobre bases endebles y caducas, sobre cosas visibles y tangibles, sobre el éxito, sobre la carrera, sobre el dinero. Y en ellas ponemos nuestro corazón y la clave de la felicidad.

2 - La Palabra de Dios es la verdadera realidad

“Aparentemente –señala certeramente el Papa- estas son las verdaderas realidades. Pero todo esto un día pasará. Lo vemos ahora en la caída de los grandes bancos: este dinero desaparece, no es nada. Y así todas estas cosas que parecen la realidad verdadera con la que contar, y que son realidades de segundo orden”. “Quien construye la vida sobre estas realidades –subrayaba proféticamente el Papa-, sobre la materia, sobre el éxito, sobre todo lo que parece ser, construye sobre arena. Solo la Palabra de Dios es el fundamento de toda la realidad, es estable como el cielo y más que el cielo, es la realidad”.

3 - La Palabra de Dios es la verdadera riqueza, el éxito verdadero

No es la crisis económica la mayor de las plagas y desdichas ni es el dinero ni el éxito quien aporta la felicidad y la sabiduría verdadera. Solo la Palabra es la fuente del amor y de la vida. Solo la Palabra transforma el corazón del hombre y la vida de la entera humanidad

4 - La Palabra de Dios es creadora y regeneradora

La Palabra de Dios además es la fuente de la vida y del amor, está dotada vitalidad, de fuerza creadora y regeneradora. Todas las cosas, toda la realidad, vienen de la Palabra, son un producto de la Palabra. Todo es creado por la Palabra y todo está llamado a servir a la Palabra.

5 - La Palabra de Dios es el lugar del encuentro entre Dios y el hombre

“Esto quiere decir que toda la creación está pensada para crear el lugar del encuentro entre Dios y su criatura, un lugar donde el amor de la criatura responda al amor al amor divino, un lugar donde se desarrolle la historia de amor entre Dios y su criatura”. “La historia de la salvación no es un pequeño acontecimiento, en un pobre planeta, en la inmensidad del universo. No es una cosa mínima, que sucede por casualidad en un planeta perdido. Es el móvil de todo, el motivo de la creación: el encuentro de amor entre Dios y el hombre”.

6 - La Palabra de Dios es el hallazgo definitivo

Por todo ello, la actitud de la criatura, la actitud del hombre es buscar la Palabra de Dios, que no es solamente un fenómeno literario, no es solo la lectura de un texto. Es el movimiento de mi existencia. Es moverse hacia la Palabra de Dios en las palabras humanas. Solo conformándonos al misterio de Dios, al Señor que es la Palabra, podemos entrar dentro de la Palabra de Dios. Debemos ser, pues, pacientes, perseverantes, humildes y apasionados buscadores y lectores con el corazón de la Palabra de Dios.

7 - La Palabra de Dios es perenne, es universal

No conoce confines. Entrando en la Palabra de Dios, entramos realmente en el universo divino, en el universo de la Verdad, de la Belleza, de la Vida, del Amor. Entrando en la comunión con la Palabra de Dios, entramos en la comunión de la Iglesia que vive de la Palabra de Dios y nos hace salir de nuestros límites de lengua, de raza, de cultura, de miras.

8 - La Palabra de Dios es el anuncio de Evangelio

“Por eso también la Evangelización –subraya el Papa-, el anuncio del Evangelio, la misión, no son una especie de colonialismo eclesial, con que queremos meter a otros en nuestro grupo. Es salir de los límites de las culturas individuales a la universalidad que nos comunica a todos, que nos une a todos y nos hace a todos hermanos”.

9 - La Palabra de Dios es la escalera para llegar al amor de Jesucristo

La Palabra de Dios es como una escalera por la que podemos subir y bajar, con Cristo, a la profundidad de su amor. La Palabra tiene un rostro, es persona, es Jesucristo. Y antes de que nosotros podamos decir “Yo soy tuyo, Señor”, El ya nos ha dicho “Yo soy tuyo”. Y vivir esta doble realidad es estar en el corazón de la Palabra. Es estar salvados.

10 - La Palabra de Dios es la Palabra de la Vida para siempre y para todos

“Tu Palabra, Señor, me da vida. Confío en Ti, Señor. Tu Palabra es eterna. En ella esperaré”.

lunes, 4 de octubre de 2021

HOMILÍAS (audios): El Decálogo de San Francisco de Asís (Benedicto XVI)





Homilía pronunciada el lunes 4 de octubre de 2021 por el Padre José Antonio Medina Pellegrini en la Santa Misa de la Solemnidad de San Francisco de Asís, en el Monasterio de la Encarnación de las Hermanas Pobres Clarisas de Valdemoro, Madrid, España.

viernes, 13 de agosto de 2021

FE Y VIDA: Decálogo para unas buenas vacaciones

 

Queridos amigos y hermanos del blog: para disfrutar de las vacaciones, la Iglesia nos recomienda cultivar la amistad con Dios y con los demás, la admiración de la naturaleza y del arte.

A quienes pueden disfrutar en este verano boreal de un período de vacaciones se invita a tratar de utilizar estos días para vivir de una manera nueva las relaciones con los demás y con Dios. Si se puede interrumpir el ritmo cotidiano frenético o afanoso, es bueno tomar un poco de tiempo para los demás y para el Señor.

Se sugiere también llevar en la propia maleta la Palabra de Dios, en particular el Evangelio, y realizar una lectura serena y contemplativa que nos lleve a ver la creación a nuestro alrededor, a admirar la belleza y estremecerse ante la maravilla que hace presentir la presencia y la grandeza del Creador.

Es un don magnífico, que hay que observar con la atención con la que la observaba Jesús, que sabía interpretar el lenguaje y los signos. Un don que hay que respetar, custodiar, proteger, del que somos responsables ante Dios, ante los demás, ante la humanidad del futuro.

Otra clave cristiana para las vacaciones es descubrir con curiosidad inteligente y profunda los monumentos de la historia cristiana como testimonios de cultura y de fe, auténtico patrimonio espiritual de lazos con nuestras raíces, lugares -como las catedrales o las abadías- en los que la belleza ayuda a reconocer la presencia de Dios.

Al contemplar estos lugares de sorprendente belleza, ellos mismos nos invitan a la oración por la humanidad en camino en el tercer milenio.

En definitiva aprovechar este período de vacaciones para buscar a Dios y pedirle que nos libere de todo los que nos estorba inútilmente. Pidamos por tanto un corazón inteligente y sabio que sepa encontrarle.

Decálogo para unas buenas vacaciones

1. La creación. Redescubre y valora el hermoso espectáculo que cada día te ofrece gratuitamente la madre naturaleza donde está tan palpable la huella del Creador.

2. El silencio y la reflexión. Por ellos puedes vencer la superficialidad, descender a tu interioridad y reencontrarte contigo mismo.

3. Austeridad en tiempos de crisis. Descansar, pasarlo bien, disfrutar de la familia… no equivale a derrochar, malgastar o a vivir de forma egoísta.

4. La oración y la práctica dominical. Las múltiples ocupaciones pueden llevarte a olvidar lo fundamental para tu fe. Reza un poco más y recupera el hábito de ir a la Iglesia; te sentirás mejor.

5. El descanso. La fatiga y el afán por el trabajo y otras ocupaciones pueden ofuscar el criterio de lo verdadero y lo justo.

6. La alegre serenidad. No pienses que el goce humano nace del antojo satisfecho o del dejarse llevar por lo más fácil.

7. Memoria histórica. Recuerda de dónde vienes y recupera tus orígenes; mucho de lo que allí has recibido, debes recuperarlo, familia, tradiciones, vivencia cristiana.

8. La familia. En una sociedad donde trabaja el padre y la madre fuera del hogar, los hijos gozan poco de sus progenitores.

9. La amistad. Las relaciones entre los amigos necesitan tiempo y espacio. Cuídalas.

10. Volver a tu lugar de siempre. Retorna a tu aldea, da vida a tu pueblo, alegra a los que allí siguen, cultiva algunos frutos del campo, comparte su día a día, y sobre todo, el tiempo lento del campo.

viernes, 18 de diciembre de 2020

LITURGIA: Decálogo para vivir el Adviento

Queridos amigos y hermanos del blog: el Adviento es el período de preparación para celebrar la Navidad, que comienza cuatro domingos antes de esta fiesta. Además se encuentra en el comienzo del Año Litúrgico católico. Ahora que vamos ya casi promediándolo, les comparto este “Decálogo para vivir el Adviento”, escrito por Don Ángel Rubio Castro, Obispo emérito de Segovia:

1) Si eres pobre: ¡Alégrate de corazón! Ha nacido un Niño pobre en un portal, frágil y débil, envuelto en pobres pañales, recostado sobre pajas en un pesebre. Prepara tus caminos y también la Navidad, con el alma limpia y con ganas de paz.

2) Si eres joven: ¡Corre a su encuentro! Ha venido para salvarnos. No podemos quedarnos pasivos y de brazos cruzados. El está siempre muy cerca. Ha salido agua en el desierto y todo está verde como una pradera. Entra en tu interior y cambia tu vida vacilante y rutinaria por una entrega gozosa y alegre. No te canses y saca fuerzas para caminar al encuentro del Señor.

3) Si eres adulto: ¡Lucha por altos ideales! Estamos en el punto central de la esperanza cristiana que nos da el sentido de la Historia inaugurada por el nacimiento de Cristo. No debe cogernos de sorpresa como ocurrió a los judíos hace 20 siglos. Si viene Cristo, el reino que Él predicaba aparecerá ante nosotros con fuerza y empezará a hacerse realidad creciendo cada día hasta llenarlo todo para llegar a la plenitud.

4) Si eres anciano: ¡Recoge el consejo de los años! Nuestra vida actual con Cristo es una marcha en la noche de la cual vamos haciendo la meta final que se abre con una aurora de eternidad. Jesús ha prometido a sus discípulos volver para instaurar el reino triunfal y definitivo de su Padre. El Adviento es una anticipación de ese último día. Siempre puede ser Navidad.

5) Si eres religioso o religiosa: ¡Él es el Esposo! Lo decimos, lo cantamos, lo rezamos, lo gritamos. Queremos y amamos tu presencia salvadora. El que todo lo puede llenar de dicha, de plenitud, es Jesús. Él es, consciente o inconscientemente, objeto de todos los grandes deseos humanos. De día y de noche, esperamos al Esposo que llega, como Santa María del Adviento, esperó con inefable amor de Madre.

6) Si eres sacerdote: ¡Admira y contempla! Nuestro Señor que nació en Belén nace cada día en el Altar hasta que vuelva. Entre el pasado y el futuro se sitúa la presencia de Cristo en su cuerpo total que es la Iglesia. Por la Iglesia, Cristo interviene en la historia de los hombres y por ella penetra progresivamente en el mundo. Cristo viene a las almas por medio de la gracia en los Sacramentos, especialmente por la celebración Eucarística.

7) Si eres misionero: ¡Anuncia al Salvador! El Señor con su nacimiento ilumina a los que andan en tinieblas y en sombras de muerte. Abaja los montes y las colinas de nuestro orgullo y levanta los valles de nuestros desánimos y cobardías. Destruye los muros del odio que divide a las naciones y allana los caminos de la concordia entre los hombres. Ábrase la tierra y brote la salvación y con ella germine la justicia.

8) Si estás enfermo: ¡Él puede curarte! Por muy hundidos que estemos tenemos la secreta esperanza que de un modo o de otro encontraremos la salvación, porque Dios piensa en nosotros y nos ama hasta el punto de darnos una y otra vez a su Hijo Unigénito. Con Él no hay heridas, ni soledades, ni llanto, ni tristeza, ni ansiedades, es Padre de los pobres y consuelo de los afligidos.

9) Si eres padre o madre: ¡No te canses de esperar! María y José esperando y preparándose para el nacimiento de Jesús, tuvieron que ponerse en camino hacia Belén, con dolor y alegría, con dificultad, rezando y hablando, llenos de confianza. Siempre unidos. Se les cerraron las puertas y se fueron a buscar donde pudiese nacer Jesús. Cuando se espera un hijo en la tierra nace una estrella en el cielo y los ángeles cantan alegres la paz del hombre en el mundo.

10) Si eres cristiano: ¡Reza con nosotros Señor! Todo se ha cumplido. El Señor es más fuerte que el mal para librarnos de todas las desgracias que encierra el pecado. Hemos de permanecer alerta, y preparar nuestros corazones, para que el nacimiento de su Hijo nos salve, ilumine las tinieblas de nuestro espíritu, escuche nuestras súplicas, nos asista con su gracia y celebremos el misterio de la Encarnación y nacimiento de Cristo.

EPÍLOGO: Te deseo que llegues a la Navidad, fiesta de gozo y salvación y la celebres con alegría desbordante y vivas el misterio con corazón humilde, adorando al que es el Señor del universo y de la historia.

Ángel Rubio Castro, Obispo emérito de Segovia

jueves, 20 de agosto de 2020

UNA LUZ EN TU VIDA (audios): El decálogo de la felicidad del Papa Francisco

Tema de este episodio:

El decálogo de la felicidad del Papa Francisco

¿Qué es “Una luz en tu vida”? Es un micro-programa radiofónico de casi 4 minutos de duración y de emisión diaria (de lunes a domingo), escrito y dirigido por el Padre José Antonio Medina. Pensado y rezado como programa de evangelización para la reflexión en familia para compartir la Buena Noticia de Jesucristo desde la espiritualidad, como camino de unión y comunión con Dios y con los hermanos.

Nuevos programas de la Temporada 2020

- 18 temporadas emitidas en Argentina con el nombre de “Dios con Nosotros".

- 7 temporadas emitidas en España con el nombre de “Una luz en tu vida”.

Locución: Yolanda Gómez

Se emite todos los días a las 07:00 y las 15:00 hs. por Radio María España desde el mes de enero de 2014.