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San Chárbel Makhlouf |
1-Nacimiento
de San Chárbel:
Nació Youssef Antoun
Makhlouf el 8 de mayo 1828 en Bkaakafra (Norte del Líbano) de padres maronitas:
Antoun Zaarour Makhlouf y Brigitta Chediac. Tiene dos hermanos, Hanna y Bechara,
y dos hermanas, Kaun y Wardeh. Se crió Youssef con una educación cristiana que
lo convirtió en un adepto de la oración desde su infancia. Tuvo inclinación a
la vida monacal y ascética, tomando como ejemplo a sus dos tíos maternos
ascetas en la ermita del convento de San Antonio Kozhaya, donde recibió de
ellos la antorcha de abanderado de las virtudes.
Su padre falleció el 8 de
agosto 1831 en Ghirfin, un pueblo cerca de Amchit, durante su retorno a casa,
tras haber trabajado de balde para el ejército turco, y su madre lo crió siendo
huérfano. Más adelante, se casó con Lahoud Ibrhim que se convirtió en pastor de
la parroquia, adoptando el nombre de Abdul Ahad.
Youssef estudió los
fundamentos de los idiomas árabe y siríaco en la escuela del pueblo. Era muy
piadoso hasta tal punto que los habitantes del pueblo le llamaban “El Santo”.
Conducía a diario su pequeño rebaño al pasto, luego se dirigía a la gruta donde
se arrodillaba ante la figura de la Virgen María y rezaba. Y así se convirtió
la gruta en su primer oratorio y ermita, y más adelante en un lugar de
peregrinaje para la oración y los fieles.
2-
Su afiliación a la vida monacal libanesa maronita:
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Casa paterna de San Chárbel |
En la mañana de un día del
año 1851, Youssef abandonó su familia y su pueblo y se dirigió al Convento de
Nuestra Señora de Mayfouk para ingresar en la vida monacal, donde pasó su
primer año en el período de comienzo, luego al convento de San Marón – Annaya
donde se afilió a la orden monacal maronita libanesa, adoptando para sí el
nombre de Chárbel, uno de los mártires de la Iglesia de Antioquia en el siglo
segundo. Con fecha del 1 de noviembre 1853, mostró sus votos monacales en el
mismo convento y tenía un profundo conocimiento de las obligaciones de dichos
votos: la obediencia, la abstinencia, y la pobreza.
Completó sus estudios
teológicos en el Convento de San Cipriano y Justina, Kafifan – Batroun, de la
mano de su maestro, San Naamatallah Kessab Hardini, siendo el ejemplo para los
monjes y un retrato vivo de los grandes monjes santos en su vida privada y pública.
En la fecha del 23 de julio
1859, el hermano Charbel Makhlouf fue ordenado cura en Bkerke, con la puesta de
mano del Triple Misericordioso el Monseñor Youssef Al Marid, el Vice-Patriarca
Maronita.
3-
Su vida en el Convento de San Marón
El Padre Chárbel vivió en el
Convento de San Marón – Annaya durante dieciséis años, siendo obediente a sus
superiores, acatando escrupulosamente su código monacal. Además, era duro con
si mismo viviendo en la austeridad y las mortificaciones del cuerpo. Se abnegó
de toda vida mundana dedicándose al servicio del Señor y a la salvación de su
alma.
Durante 1875, Dios inspiró
al Padre Chárbel de retirarse en la Ermita de San Pedro y Pablo dependiente del
Convento de San Marón – Annaya, a pesar del rechazo usual de los superiores
para estar a solas en la Ermita. Mientras el Padre Presidente estaba en dudas,
le vino una señal del cielo en el milagro de la lámpara. Durante una noche, el
Padre Chárbel pidió del Siervo rellenarle la lámpara de aceite, y el siervo se
la rellenó de agua en vez de aceite. Y para sorpresa de todos, la lámpara
encendió de manera normal. Este milagro fue el inicio de los milagros
charbelitos y logró en adelantar el día de su ascensión a su ermita deseada.
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Convento de San Marón – Annaya |
En fecha del 15 de febrero
1875, el Padre se trasladó definitivamente a la Ermita, donde fue el modelo del
santo y el asceta, pasando su tiempo en el silencio, la oración, la veneración
y el trabajo manual en el campo. No solía abandonar la Ermita salvo por orden
de su superior. Llevó la línea de los padres ascetas santos, arrodillado sobre
un plato de caña ante la sacristía en veneración y éxtasis durante las noches.
Pasó en la Ermita veintitrés
años, dedicándose al servicio del Señor y cumpliendo escrupulosamente y
concienzudamente con el código de los ascetas.
Durante la celebración de
una misa con fecha del 16 de diciembre 1898, sufrió hemiplejia y estuvo en una
crisis que duró ocho días durante los cuales sufrió con tranquilidad los
dolores de la agonía, con quietud a pesar de los terribles dolores. En su
lucha, el Padre Chárbel no dejaba de repetir la oración que no pudo terminar en
la misa: "Oh Padre de la Virtud, aquí tienes a tu hijo una ofrenda que le
complace!..." así como el nombre de Jesús, María, San José, Pedro y Pablo
los Santos de la Ermita.
Por consiguiente, el alma de
Chárbel se liberó de su envoltura carnal volviendo a la morada del Padre, como
el retorno de la oveja perdida a su redil, con fecha del 24 de diciembre 1898,
en la víspera de Nochebuena. Fue enterrado en el Cementerio del Convento de San
Marón – Annaya.
4-
La luz milagrosa que resplandece de su tumba:
Tras su fallecimiento,
surgieron luces espirituales de su tumba, lo que motivó el traslado de su
cuerpo que segregaba sudor y sangre a un ataúd especial. Por autorización del patriarcado
maronita, fue colocado en una nueva tumba dentro del convento. Por
consiguiente, las multitudes de peregrinos empezaron a acudir al sepulcro para
beneficiarse de la bendición del santo, y Dios agraciaba a muchos con la
sanación y la gracia espiritual.
En 1925, fue remitida la
solicitud de su beatificación y declaración de su santidad al Papa Pio XI de la
mano del Padre Ignatius Dagher Al Tannouri y su Vicario General el Padre
Martinos Tarabeih. Dicha solicitud junto con las del Padre Naamatallah Kessab
Hardini y Sor Rafka El Rayess fueron aceptadas en 1927. En 1950, la tumba del
Padre Chárbel fue abierta en presencia de la comisión oficial con los médicos,
quienes comprobaron el buen estado del cuerpo y redactaron un informe médico y
colocaron el cuerpo en una caja dentro de la tumba. Asimismo, se acrecentaron
los milagros de sanación diversa de forma espontánea y sorprendente, y decenas
de miles de peregrinos de diferentes confesiones acudían al Convento de Annaya
en busca de la intercesión del Santo.
5-
Difusión de las virtudes y los milagros de San Chárbel en el mundo entero:
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San Chárbel Makhlouf |
Los milagros de Chárbel
sobrepasaron las fronteras del Líbano. El gran número de cartas e informes
guardados en los registros del Convento de San Maron – Annaya son un claro
indicio de la difusión de su santidad por el mundo entero. Este fenómeno único
provocó un retorno a los buenos modales, a la fe y a las virtudes, y el
sepulcro de San Chárbel se convirtió en un polo de atracción para personas de
diferentes edades y diferente rango social, siendo todos ellos iguales ante él
en veneración y adoración, sin distinción de credo, confesión o comunidad. Todos son considerados hijos de Dios.
En cuanto a las sanaciones
milagrosas inscritas en los registros del Convento de San Marón – Annaya que el
Señor obró por la intercesión de San Chárbel, sobrepasan las docenas de miles,
salvo las sanaciones milagrosas que pululan el mundo entero, de todo tipo y en
todo credo y toda comunidad, que no están inscritas en los registros del Convento.
El diez por ciento de las sanaciones milagrosas tuvieron lugar con personas no
bautizadas, y cada sanación tuvo lugar de un modo especial, sea por la oración
y la intercesión, sea por el aceite y los inciensos, sea por las hojas de pino
de la ermita, sea por el polvo de su sepulcro, sea por la visita de su sepulcro
y tocar la puerta de su tumba, sea mediante su foto y estatua.
Algunas de dichas sanaciones
tuvieron lugar a nivel del cuerpo, pero la más importante es la sanación del
alma. Cuantos arrepentidos han vuelto al señor por la intercesión de San Chárbel,
tras entrar en el portal del Convento de San Marón – Annaya o la Ermita de San
Pedro y Pablo.