miércoles, 5 de mayo de 2021

PAPA FRANCISCO: Oración a María Santísima en la Maratón del Rosario

 

Papa Francisco inaugura maratón del Rosario. Foto: Vatican Media

Al comenzar el mes de María, el Papa Francisco inauguró el maratón del rezo del Rosario por el fin de la pandemia que se llevará a cabo durante todo el mes de mayo y en el que participarán Santuarios de todo el mundo.

El Santo Padre rezó los misterios gloriosos del Rosario ante la Virgen del Socorro, que se encuentra en la Capilla Gregoriana de la Basílica de San Pedro, junto a casi 200 fieles.

Al finalizar, el Papa recitó esta emotiva oración:

 

Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios.

En la presente situación dramática, cargada de sufrimientos y de angustias, que abarca a todo el mundo, recurrimos a Ti, Madre de Dios y Madre nuestra, y buscamos refugio bajo tu protección.

Oh, Virgen María, dirige a nosotros tus ojos misericordiosos en esta pandemia del coronavirus, y consuela a quienes están perdidos y lloran por sus queridos difuntos, sepultados a veces en una forma que hiere el alma.

Sostiene a quienes están angustiados por las personas enfermas, a las cuales, para impedir el contagio, no pueden estar cerca.

Infunde confianza en quien está en ansia por el futuro incierto y por las consecuencias sobre la economía y sobre el trabajo.

Madre de Dios y Madre Nuestra, implora de Dios para nosotros, Padre de misericordia, que esta dura prueba termine y que vuelva un horizonte de esperanza y de paz.

Como en Caná, interviene ante tu Hijo Divino, pidiéndole de consolar a las familias de los enfermos y de las víctimas y de abrir su corazón a la confianza.

Protege a los médicos, los enfermeros, el personal sanitario, los voluntarios que en este periodo de emergencia están en primera línea y ponen en riesgo su vida para salvar otras vidas.

Acompaña su cansancio heroico y dona a ellos la fuerzan, bondad y salud.

Permanece al lado de quienes, por la noche y de día, asisten a los enfermos y a los sacerdotes que, con cura pastoral y compromiso evangélico, buscan ayudar y sostener a todos.

Virgen Santa, ilumina las mentes de los hombres y de las mujeres de ciencia, para que encuentren soluciones correctas para vencer este virus.

Asiste a los responsables de las naciones, para que actúen con sabiduría, cura y generosidad, socorriendo a quienes les falta lo necesario para vivir, programando soluciones sociales y económicas con lucidez y con espíritu de solidaridad.

María Santísima, toca las conciencias para que las grandes sumas (de dinero) usadas para aumentar y perfeccionar los armamentos sean en cambio destinadas a promover adecuados estudios para prevenir similares catástrofes en el futuro.

Madre amadísima, haz crecer en el mundo el sentido de pertenencia a una única grande familia, en la conciencia del vínculo que a todos une, para que con espirito fraterno y solidario ayuden a las muchas pobrezas y a las situaciones de miseria. Anima la firmeza en la fe, la perseverancia en el servicio, la constancia en la oración.

Oh María, Consoladora de los afligidos, abraza a todos tus hijos tributados y obtiene que Dios intervenga con su mano omnipotente a liberarnos de esta terrible epidemia, para que la vida pueda volver a su curso normal con serenidad.

Confiamos en Ti, que resplandeces sobre nuestro camino como signo de salvación y de esperanza, o clemente, o pía, o dulce Virgen María. Amén.

Conduce los pasos de tus peregrinos que desean rezarte y amarte en los santuarios dedicados a ti en todo el mundo bajo los títulos más diversos que llaman tu intercesión, sé para cada uno, una guía segura. Amén.

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