El
padre Francesco Forgione nació en Pietrelcina, provincia de Benevento, el 25 de
mayo de 1887. Sus padres fueron Horacio Forgione y María Giuseppa. Creció
dentro de una familia humilde, pero como un día él mismo dijo, nunca careció de
nada. Fue un niño muy sensible y espiritual. En
Ingresó
a
Poco después de su ordenación, le volvieron las fiebres y los males que siempre le aquejaron durante sus estudios, y es enviado a su pueblo, Pietrelcina, para que se restableciera de salud. Luego de 8 años de sacerdocio, el 20 de setiembre de 1918, recibe los estigmas de Nuestro Señor Jesucristo en sus manos, pies y costado izquierdo, convirtiéndose en el primer sacerdote estigmatizado. En una carta que escribe a su director espiritual los describe así: "En medio de las manos apareció una mancha roja, del tamaño de un centavo, acompañada de un intenso dolor. También debajo de los pies siento dolor".
El
20 de septiembre de 1968 el Padre Pío cumplió 50 años de haber recibido por
primera vez los estigmas del Señor Jesús. El Padre Pío celebró
El
funeral del Padre Pío fue impresionante ya que se tuvo que esperar cuatro días
para que la multitud de personas pasaran a despedirse. Se calcula que más de
cien mil personas participaron del entierro. Pocas horas antes de morir
desaparecieron los estigmas con el cual el Señor ha confirmado su origen
místico y sobrenatural. Muchas han sido las conversiones concedidas por la
intercesión del Padre Pío e innumerables milagros han sido reportados a
San Juan Pablo II y el Santo Padre Pío
El
16 de junio de 2002 el Papa Juan Pablo II canonizó al padre Pío, algo tan
esperado por muchos, elevando así al culto público y oficial de
“El
nuevo santo nos invita a poner a Dios por encima de todo, a considerarlo como
nuestro sumo y único bien”, dijo el pontífice en la homilía de canonización. Cuando
el Santo Padre quiso resumir en la homilía el legado del seguidor de san
Francisco, lo hizo con pocas palabras: “Oración y caridad, esta es una síntesis
sumamente concreta de la enseñanza del padre Pío, que hoy vuelve a proponerse a
todos. ¡Qué actual es la espiritualidad de
En particular, propuso su ejemplo como modelo para todo sacerdote. “¡La misa del Padre Pío!”, recordó el Papa, quien le visitó en 1947 y se confesó con él en San Giovanni Rotondo, cuando no era más que un joven sacerdote polaco. “La santa misa era el corazón y la fuente de toda su espiritualidad”, recordó. “San Pío de Pietrelcina se presenta ante todos como un testigo creíble de Cristo y de su Evangelio. Su ejemplo e intercesión alientan a cada uno a vivir un amor cada vez mayor a Dios y a la concreta solidaridad con el prójimo, en especial con el más necesitado”.
¡Santo
Padre Pío, en tu día y siempre, ruega por nosotros!
¡Bendícenos!
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