(ACIPRENSA).- La Iglesia
celebra el segundo Domingo de Pascua la Fiesta de la Divina de la Misericordia.
¿Qué es y por qué es tan importante este día para los católicos? Estas son 10
cosas que debes saber al respecto:
1.
El Domingo de la Misericordia se basa en revelaciones privadas
Esta celebración se lleva a
cabo en el segundo Domingo de Pascua. Se basa en las revelaciones privadas de
Santa Faustina Kowalska, religiosa polaca que recibió mensajes de Jesús sobre
su Divina Misericordia en el pueblo de Plock, Polonia.
2.
Forma parte del calendario de la Iglesia por acción de San Juan Pablo II
En el año 2000 el Papa Juan
Pablo II canonizó a Santa Faustina y durante la ceremonia declaró: “así pues, es importante que acojamos
íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo
domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el
nombre de ‘Domingo de la Divina Misericordia” (Homilía,
30 de Abril, 2000).
3.
Esta revelación privada tiene efectos válidos en la liturgia
En su comentario teológico
sobre el mensaje de Fátima, el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, ahora Papa
Emérito Benedicto XVI, escribió: “podemos
añadir que a menudo las revelaciones privadas provienen sobre todo de la piedad
popular y se apoyan en ella, le dan nuevos impulsos y abren para ella nuevas
formas. Eso no excluye que tengan efectos incluso sobre la liturgia, como por
ejemplo muestran las fiestas del Corpus Christi y del Sagrado Corazón de Jesús”.
4.
La Iglesia invita a celebrar la Divina Misericordia de varias formas
Entre otras cosas, ofrece una
indulgencia plenaria: “para hacer que los
fieles vivan con intensa piedad esta celebración, el mismo Juan Pablo II ha
establecido que el citado domingo se enriquezca con la indulgencia plenaria
para que los fieles reciban con más abundancia el don de la consolación del
Espíritu Santo y cultiven así una creciente caridad hacia Dios y hacia el
prójimo, y una vez obtenido de Dios el perdón de sus pecados, ellos a su vez
perdonen generosamente a sus hermanos”. [Decreto de la Penitenciaría
Apostólica del 2002]
5.
La imagen de la Divina Misericordia fue revelada por Jesús mismo
Esta imagen le fue revelada a
Santa Faustina en 1931 y Jesús mismo le pidió que se pintara. Luego el Señor le
explicaría su significado y lo que los fieles alcanzarán con ella.
En la mayoría de versiones
Jesús se muestra levantando su mano derecha en señal de bendición, y apuntando
con su mano izquierda sobre su pecho fluyen dos rayos: uno rojo y otro blanco.
“El
rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza
la Sangre que es la vida de las almas (…). Bienaventurado quien viva a la
sombra de ellos” (Diario, 299). Toda la imagen es un símbolo de
la caridad, el perdón y el amor de Dios, conocida como la "Fuente de la
Misericordia".
6.
Esta devoción cuenta con oraciones particulares
La Coronilla es un conjunto de
oraciones utilizadas como parte de la devoción a la Divina Misericordia. Se
suele rezar a las 3:00 pm (el momento de la muerte de Jesús) utilizando las
cuentas del Santo Rosario, pero con un conjunto diferente de oraciones.
7.
La Divina Misericordia está vinculada al Evangelio del segundo Domingo de
Pascua
La imagen de la Divina
Misericordia representa a Jesús en el momento en que se aparece a los
discípulos en el Cenáculo –tras la resurrección–, cuando se les da el poder de perdonar
o retener los pecados.
Este momento está registrado
en Juan 20: 19-31, que es la lectura del Evangelio de este domingo.
La lectura se coloca en ese
día porque incluye la aparición de Jesús al apóstol Tomás (en la que Jesús lo
invita a tocar sus llagas). Este evento ocurrió en el octavo día después de la
Resurrección (Juan 20:26) y por ello se utiliza en la liturgia ocho días
después de la Pascua.
8.
Los sacerdotes tienen un poder especial para administrar la Divina Misericordia
En Juan 20, 21-23 dice: “Jesús les dijo otra vez: ‘La paz con
vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío’. Dicho esto, sopló sobre
ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados,
les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos’”.
9.
La confesión es la acción de la Divina Misericordia hasta el fin de los tiempos
Jesús capacitó a los apóstoles
(y sus sucesores en el ministerio) con el Espíritu Santo para perdonar o
retener (no perdonar) los pecados. Debido a que están facultados con el
Espíritu de Dios para hacer esto, su administración del perdón es eficaz:
realmente elimina el pecado en lugar de ser solo un símbolo de perdón.
10.
En las revelaciones privadas Jesús le da suma importancia a su Segunda Venida
Jesús promete regresar en
gloria a juzgar al mundo en el amor, como claramente lo dice en su discurso del
Reino en los capítulos 13 y 25 de San Mateo.
Solo en el contexto de una
revelación pública como es enseñado por el Magisterio de la Iglesia se puede
situar las palabras de la revelación privada dada a Sor Faustina:
“Prepararás
al mundo para Mí última venida”. (Diario 429) “Habla al mundo de mi Misericordia….Es
señal de los últimos tiempos después de ella vendrá el día de la justicia.
Todavía queda tiempo que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia”. (Diario
848)
“Habla
a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día terrible,
el día de Mi justicia”. (Diario 965)
“Estoy
prolongándoles el tiempo de la misericordia, pero ay de ellos si no reconocen
este tiempo de Mi visita”. (Diario 1160) “Antes del Día de la justicia envío el día de la misericordia”.
(Diario 1588)
“Quien
no quiera pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta
de Mi justicia”. (Diario 1146).
Traducido
y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en National Catholic Register.
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