sábado, 24 de febrero de 2024

ORACIONES: Oración para antes de estudiar de Santo Tomás de Aquino



Santo Tomás de Aquino compuso una oración para antes de estudiar, escribir, enseñar o predicar, impregnada, como todas las suyas, de buena teología. Es teología hecha oración y oración hecha de teología. Esta plegaria pide que un rayo de la claridad divina disipe nuestras tinieblas. En efecto, Dios es luz para nuestra inteligencia. Uno de los principales efectos de la fe es iluminar la inteligencia. Porque solo quien tiene las ideas claras puede obrar rectamente. Solo se puede caminar por allí donde hay luz.

Tomás de Aquino pide que esta luz disipe los dos obstáculos que oscurecen nuestra vida: la ignorancia y el pecado. La ignorancia, de por sí, no es mala ni culpable; es debida principalmente a nuestra limitación. Hay muchas cosas que no sé y es mejor que no sepa. Y hay muchas cosas que ignoro, no por desidia, pereza o negligencia, sino debido a mi limitación. La ignorancia es un signo de la imperfección humana. Sólo Dios es perfecto. Por eso, solo participando de la perfección divina puede el ser humano elevarse más allá de su limitación. El otro obstáculo que oscurece nuestra vida es el pecado: el pecado siempre es debido a la libertad humana, que se ha desviado o desencaminado. Tomás pide a Dios que nos ilumine para volver al buen camino.

Hay, pues, un obstáculo natural y un obstáculo personal que dañan nuestra inteligencia. Es importante este matiz: Tomás pide luz para la inteligencia, porque la fe es un asunto de la inteligencia más que del corazón. Sólo los que tienen la mente bien iluminada pueden orientar bien su vida. Las ideas rigen la vida y nos llevan a actuar de un modo u otro. El que tiene las ideas claras obra libre y espontáneamente, no necesita de coacción alguna para hacer el bien, pues hace lo que piensa y lo que le nace.

En esta oración, el santo pide a Dios que su luz se extienda a todos los momentos del aprendizaje: atender, entender, retener, comprender e interpretar. Finalmente, Tomás pide gracia abundante para hablar. Porque el estudio, y más el estudio de la teología, está destinado a transmitirse, a la enseñanza. El estudiante está llamado a ser maestro. Por eso, una vez que ha aprendido tiene que saber transmitir. De ahí la gracia abundante para hablar.

 

Oración para antes de estudiar de Santo Tomás de Aquino

 

Creador inefable,

que en los tesoros de tu sabiduría

has establecido tres jerarquías de Ángeles,

y las has colocado sobre el cielo empíreo

con orden admirable

y has dispuesto admirablemente

todas las partes del universo.

 

Tú, pues, que eres considerado verdadera

fuente de la luz,

y principio eminentísimo de la sabiduría,

dígnate infundir un rayo de tu claridad

en las tinieblas de mi inteligencia,

alejando de mí las dos clases de tinieblas

con las que he nacido:

la del pecado y la de la ignorancia.

 

Tú, que sueltas las lenguas de los niños,

prepara mi lengua

e infunde la gracia de tu bendición

en mis labios.

 

Concédeme la agudeza para entender,

la capacidad para asimilar,

el modo y la facilidad para aprender,

la sutileza para interpretar

y la gracia abundante para hablar.

Instruye el comienzo,

dirige el desarrollo,

completa la conclusión.

Tú, que eres verdadero Dios y hombre, y que

vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

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