martes, 31 de diciembre de 2019

IN MEMORIAM: Juan Rodolfo Laise (1926-2019), Obispo de San Luis, Argentina

Mons. Juan Rodolfo Laise, el 6 de abril de 2009,
en el Convento-Museo del Santo Padre Pío.

Queridos amigos y hermanos: últimas horas del año 2019. Año en el cual Juan Rodolfo Laise, Obispo emérito de San Luis, Argentina, pasó a sus 93 años de este mundo al Padre Eterno, concretamente el 22 de julio, allí en la casa de reposo San Padre Pío, de San Giovanni Rotondo, Italia, donde residía desde hacía 18 años tras renunciar por edad al gobierno pastoral de la diócesis argentina. Quiero dedicar, con gratitud y reconocimiento, mi último escrito de este año a Él y a su memoria.

Monseñor Laise, quien se mantenía activo en la comunidad capuchina y dedicaba muchas horas a escuchar confesiones, falleció tras sufrir una descompensación general. Era hasta su fallecimiento, el decano del episcopado argentino ya que el 29 de mayo de 2019 cumplió 48 años de ordenación episcopal. Sus restos fueron velados en el santuario Santa María de las Gracias, de San Giovanni Rotondo.

Breve reseña biográfica

Nació en Buenos Aires el 22 de febrero de 1926; hizo la profesión solemne en la Orden Franciscana de los Frailes Menores Capuchinos el 13 de marzo de 1949; ordenado sacerdote en la capilla de colegio Euskal Echea de Llavallol, Buenos Aires, el 4 de setiembre de 1949 por Mons. Miguel de Andrea, obispo titular de Temnos; elegido obispo titular de Giomnio y coadjutor con derecho de sucesión de San Luis el 5 de abril de 1971; ordenado obispo el 29 de mayo de 1971 en la capilla del colegio Euskal Echea, por Mons. Juan Carlos Aramburu, arzobispo coadjutor de Buenos Aires (co-consagrantes Mons. Antonio José Plaza, arzobispo de La Plata y Mons. Raúl Francisco Primatesta, arzobispo de Córdoba); obispo de San Luis por sucesión desde el 6 de julio de 1971; renunció por edad el 6 de junio de 2001. Lema episcopal: "Fideliter" (Fielmente).

Mi Obispo de Ordenación Diaconal y Sacerdotal

Mons. Laise ordenando sacerdote a José
Medina el 29 de septiembre de 1991.
Tengo 28 años de ordenado sacerdote. Esto fue el 29 de septiembre de 1991. ¡Qué gran Don el Sacerdocio y qué gran Misterio! Dios llama, uno escucha… y la Iglesia, como Madre y Maestra discierne. Y ese llamado tan eterno como él mismo Dios, en un momento determinado y concreto, necesita un hombre “llamado de entre los hombres para las cosas que miran a Dios” que consagrado Obispo diga en nombre de la Iglesia: elegimos a éste hombre para ser ordenado sacerdote para siempre.

Y ese “hombre-Obispo” en mi vida y vocación, tiene un nombre concreto: Mons. Juan Rodolfo Laise. Cómo les decía “Fielmente” fue su lema episcopal. Lema que lo pinta de cuerpo entero. Y creo que es el gran legado que nos deja a los sacerdotes que fuimos formados en su Seminario, el Seminario “San Miguel Arcángel” situado en el bellísimo El Volcán en plena serranía puntana. Recuerdo con inmensa felicidad los años allí pasados: ambiente de oración, de estudio, de sana y viril fraternidad. Tiempo de ideas muy claras en la doctrina para poder afrontar con claridad y convicción los tiempos difíciles que podían venir… y vinieron.

Recuerdo con especial gratitud su visita de cada miércoles por la tarde, cuando nos reunía a todos los seminaristas en una de las aulas y nos compartía experiencias, enseñanzas que fueron modelando mi alma sacerdotal, y la de muchos: la piedad Eucarística, la práctica de la Confesión frecuente, el amor a la Virgen María, el consejo de rezar a diario el Santo Rosario, la devoción al Papa y la fidelidad a su Magisterio, el sentir con la Iglesia, el preparar el corazón para ser el día de mañana sacerdotes sabios, santos, celosos del bien de las almas y de la Iglesia. Apartado especial en esos miércoles fueron las incontables referencias al santo Padre Pío, al que tenía desde siempre una gran devoción y supo inculcarla sabiamente en nuestros juveniles corazones

Cuantos recuerdos que brotan emocionados por salir a la luz y ser estampados en este escrito. Sólo Dios sabe las veces que recorrió de punta a punta la geografía de San Luis. Kilómetros y kilómetros para visitar los curas y las comunidades y llegar a todos. Sembró San Luis de ermitas a la Virgen, restauró sus templos y construyó otros tantos. Casas parroquiales y movilidad digna para sus sacerdotes. El delicado cuidado a las religiosas y religiosos. Su lucha incansable por la dignidad de la vida, desde el inicio mismo de su concepción. Su testimonio admirable acerca de la dignidad de la celebración del culto divino. ¡Sus catecismos! Y tantas otras cosas que se hace imposible transcribir en un acotado espacio.

Mons. Laise y José Medina celebrando la Santa Misa
juntos el 6 de abril  de 2009 junto al cuerpo
incorrupto del Santo Padre Pío.
Yo pude acompañarlo seis años como su Delegado de Prensa y Difusión. ¡Cuánto aprendí a su lado! ¡Qué claridad de conceptos y de sana formación en cada una de sus alocuciones y escritos! Yo, recién ordenado sacerdote, lo miraba como desde lejos, como un ejemplo a imitar y seguir. Lo que soy como sacerdote, a él se lo debo, como a un fiel instrumento de Dios que supo moldear en mi alma a ese futuro sacerdote para siempre.

Deja a las futuras generaciones el retrato de un obispo convencido de los deberes de su oficio, humilde al servicio de la Santa Iglesia, celoso en el apostolado, riguroso en la aplicación de los principios y valiente en la defensa de la Tradición de la Iglesia. Desde que dejó la Diócesis de San Luis y hasta sus últimos días prácticamente, se dedicó a la confesión de peregrinos, la oración, la penitencia y la difusión de la devoción al Santo Padre Pío de Pietrelcina, en cuyos pasos poco a poco fue colocando los suyos.

¡Gracias Mons. Laise por tu vida de fidelidad! Quizás, con toda certeza, sean estos los sentimientos de tantos sacerdotes, religiosas y religiosos, y laicos de San Luis, que si tuvieran los medios que yo tengo expresarían con mejores y sentidas palabras la gratitud más entrañable al que fue nuestro fecundísimo Obispo, Padre y Pastor durante 30 años…

Atesoraré por siempre su cariño, estima y confianza. Y no me alcanzará ni el tiempo, ni la eternidad para agradecerle el Don de Sacerdocio. Que ciertamente es Don de Dios, pero que yo lo recibí de sus manos. ¡Dios lo tenga en su Gloria, María Santísima lo cobije bajo su manto!

Con mi bendición.
Padre José Medina
Navidad de 2019.

lunes, 30 de diciembre de 2019

VIVENCIAS PERSONALES: Nociones de medicina para sacerdotes (Para poder dar un acertado consejo pastoral)



Queridos amigos y hermanos: no quiero terminar el año sin compartirles una vivencia personal muy enriquecedora que viví en los dos últimos meses del año, gracias a la Capellanía de la Clínica Universidad de Navarra (sede de Madrid), situada en  c/ Marquesado de Santa Marta, 1, Madrid.

Con frecuencia los sacerdotes, especialmente aquellos que ejercemos nuestro ministerio como capellanes de los hospitales, tenemos que dar consejo a familias o a una persona que se pregunta qué debe hacer ante un problema médico. No es extraño que nos falten elementos para poder emitir un juicio moral.

En la Capellanía de la Clínica Universidad de Navarra gracias a la cercanía y disponibilidad de muchos buenos profesionales de la salud nos ayudaron a entender y nos pusieron al día en algunas cuestiones de las que nos encontramos con más frecuencia. Junto a estos prestigiosos médicos hemos tenido a profesores de moral de Madrid y de Getafe que asistieron como ponentes, y que nos ayudaron a valorar la moralidad de las acciones médicas y pastorales que se fueron tratando.

En cada sesión, cada uno de los especialistas desarrolló su tema durante un tiempo razonable y, luego se estableció un diálogo entre los ponentes, con la libre intervención de los demás asistentes; de modo que los profesionales de la medicina pudieron explicar los aspectos médicos y humanos; ayudados, en los aspectos morales, por el especialista (el profesor de moral).

Las sesiones se desarrollaron desde el sábado 16 de noviembre hasta el sábado 14 de diciembre de 2019 en el salón de actos de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid, los días sábados de 11:30 a 13:30hs. 

Tres grandes bloque temáticos. El primero “En torno al inicio de la vida”: Fertilidad. ¿Qué ofrecen las clínicas y hospitales cuando hablan de fertilidad, reproducción asistida, etc.? Moralmente, ¿son iguales todos los métodos y tratamientos? Síndromes del nascituro. Paliativos neonatales. Acompañamiento a las familias en el nacimiento de un hijo que viene con problemas. Los ponentes fueron: el Dr. Luis Chiva (co-Director del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra), la Dra. Regina Cárdenas (Obstetra. Clínica Universidad de Navarra. Directora ONG “Ellas lo bordan”) y el Rev. Prof. D. José Miguel Granados (Profesor de Moral en la Universidad San Dámaso, Madrid).

El segundo: “Enfermedades psiquiátricas”: La labor del sacerdote en la atención pastoral con enfermos psiquiátricos. Nociones sobre las enfermedades graves y/o más frecuentes. Esquizofrenia, depresiones, obsesiones, adicciones, anorexia, bulimia, etc. El deterioro cognitivo. Como cambia la valoración moral de algunas acciones de los enfermos. Los ponentes fueron: el Dr. Jorge Pla (co-Director del Departamento de Psiquiatría de la Clínica Universidad de Navarra), la Dra. Pilar de Castro (Psiquiatra. Clínica Universidad de Navarra) y el Rev. Prof. D. José Miguel Granados (Profesor de Moral en la Universidad San Dámaso, Madrid).

Y el tercero: “En torno al final de la vida”: Aceptación del final de la vida. Qué es y qué no es eutanasia. Cuidados paliativos. Sedación. Acompañamiento al enfermo y a la familia. Donación de órganos. Los ponentes fueron: el Dr. José Manuel Álvarez Avelló (Anestesista. Clínica Universidad de Navarra. Co-autor del libro “La muerte digna. El gran dilema”), la Dra. Ana de Santiago. (Cuidados paliativos. Clínica Universidad de Navarra y Centro de Cuidados Paliativos “Laguna”, Madrid), D. José Ruiz (Capellán del Centro de Cuidados paliativos “Laguna”, Madrid) y el Rev. Prof. D. Rafael de Tomás (Profesor de Moral en la Universidad eclesiástica de Getafe).

El Padre José Medina junto a D. Vicente Aparicio,
Capellán de la Clínica Universidad de Navarra, sede de Madrid.
Demás está decir del nivel de excelencia de la propuesta académico-pastoral, todo bajo el gentil cuidado del Capellán de la Clínica Universidad de Navarra (sede de Madrid), D. Vicente Aparicio que nos hizo sentir como en nuestra casa. Junto con el reconocimiento y la gratitud, sólo me resta expresar el deseo de que se repitan este tipo de propuestas que nos ayudarán, para a su vez, seguir ayudando más y mejor, a todos aquellos que el Señor vaya poniendo en nuestro caminar de Pastor.

Con mi bendición.
Padre José Medina
Navidad de 2019.

domingo, 29 de diciembre de 2019

1º Domingo después de Navidad – Ciclo A: La Sagrada Familia

Texto del Evangelio: Mt 2,13-15.19-23

Después que se fueron los Magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle». Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.

Muerto Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño». El se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea, y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret; para que se cumpliese el oráculo de los profetas: «Será llamado Nazareno».

sábado, 28 de diciembre de 2019

NUESTRA SEÑORA DE LA SALETTE: Homilía sobre su historia (audio)

Homilía del Padre José Medina realizada el lunes 19 de octubre de 2015 en la Parroquia "Nuestra Señora de la Saleta" en la ciudad de Alcorcón, Madrid, España.




Cuadro que se venera en la Parroquia Nuestra Señora de la Saleta,
Plaza del Brasil, s/n, Alcorcón, Madrid.

viernes, 27 de diciembre de 2019

SANTO PADRE PÍO: Su gran devoción del Niño Jesús

Se conocen tres eventos extraordinarios que relacionan al Santo de Pietrelcina con el Niño Dios. Tenía una hermosa imagen del Divino Infante junto a su celda en San Giovanni Rotondo.

(Gaudium Press con información de Religión en Libertad) Además de su innegable amor por la Virgen María, por su devoción al Santo Rosario y por ser conocido como un magnífico confesor y por los estigmas que mostraba en sus manos, San Pío de Pietrelcina era un gran devoto del Niño Jesús, tanto así que en su vida como sacerdote tuvo varios eventos extraordinarios con Dios infante, que el santo guardaba con gran celo evitando que se hicieran públicos.

De estos hechos milagrosos solo se conocen tres que quedaron documentados en su biografía. El primero de ellos, según documentó el Padre Agostino de San Marco in Lemis, ocurrió en 1911 cuando el sacerdote capuchino residía en el convento de Venafro en Isernia, Italia. Se cuenta que el santo cayó en un profundo éxtasis cuando se le apareció en Niño Jesús, quien se le presentó no como normalmente lo solemos ver, sino con los estigmas de la crucifixión en manos, pies y costado. Quienes documentaron este acontecimiento, no les es extraño que el Niño Dios se presentase con los estigmas, ya que para el Padre Pío siempre habló del vínculo entre la fiesta de la Navidad con aquella de Pascua.

El segundo evento extraordinario registrado ocurrió en septiembre de 1919, siendo documentado por el Padre Raffaele de Sant'Elia a Pianisi en el manuscrito "Apuntes breves sobre la vida del Padre Pío y mi larga permanencia con él". En dicho escrito el sacerdote narra lo siguiente: "Después de ocho años de vida militar, debía continuar los estudios de teología y prepararme para la ordenación sacerdotal. Yo dormía en una celda estrecha, casi enfrente al número 5, que era del Padre Pío. La noche entre el 19 y 20 (de septiembre de 1919) no podía dormir. Hacia media noche me levanto, asustado. El pasillo estaba sumergido en la oscuridad, rota solo por la luz tenue de un candil de petróleo. Mientras estaba a la puerta para salir, veo pasar al Padre Pío, todo luminoso, con el Niño Jesús en brazos. Avanzaba lentamente murmurando oraciones. Pasa delante de mí, todo radiante de luz, y no advierte mi presencia. Sólo algunos años después he sabido que el 20 de septiembre era el primer aniversario de sus llagas".

La tercera aparición registrada ocurrió en la Nochebuena de 1922. Lucía Lazanda, quien era hija espiritual del Padre Pío, señala que aquella noche, cuando el santo se preparaba para celebrar la Vigilia de Navidad, y ella esperaba junto a otras dos mujeres, quienes se quedaron dormidas, vio como el sacerdote se detuvo junto a una ventana y de repente con un rayo de luz se le apareció el Niño Jesús entre sus brazos. Al desaparecer el halo luminoso, el santo notó que Lucía lo miraba atónita. Se le acerca y le pregunta: "Lucía, ¿qué has visto?", a lo que ella respondió: "Padre, he visto todo". San Pío le advirtió con severidad que no contase nada de lo que había presenciado.

No es de extrañar que el santo de Pietrelcina recibiese estas gracias especiales de Dios en su divina infancia, ya que el Padre Pío, desde pequeño, ya manifestaba su gran amor y devoción por el Niño Jesús. De acuerdo con varios biógrafos, a San Pío, siendo niño, le encantaba modelar con barro pequeñas imágenes del nacimiento, que colocaba en una gruta y decoraba con lucecitas. Dicen que el pequeño santo permanecía horas y horas delante del Belén rezando el Rosario y cantando canciones de cuna al Niño Dios.

Ya de grande, y junto a su celda en San Giovanni Rotondo, el Padre contaba con una hermosa imagen del Niño Jesús de 80 centímetros de altura que le encantaba abrazar y besar con frecuencia.

"Al comenzar la santa novena en honor del santo Niño Jesús, mi espíritu se ha sentido como renacer a una vida nueva; el corazón se siente demasiado pequeño para contener los bienes del cielo; el alma se siente deshacerse completamente ante la presencia de nuestro Dios, que se ha hecho carne por nosotros", escribió el santo en una ocasión en los días previos a la Navidad.

miércoles, 25 de diciembre de 2019

HOMILÍAS (audios): Nochebuena de la Natividad del Señor

Homilía pronunciada el martes 24 de diciembre de 2019 por el Padre José Medina en la Misa de Nochebuena (Misa de Gallo), en el Monasterio de la Encarnación de las Hermanas Pobres Clarisas de Valdemoro, Madrid, España.

lunes, 23 de diciembre de 2019

EL CREDO COMENTADO POR BENEDICTO XVI (audios): Dios se revela a sí mismo en Cristo



Tema del episodio Nº 08 del ciclo:

"Dios se revela a sí mismo en Cristo"

“El credo comentado por Benedicto XVI”, es un micro programa de evangelización, realizado por el sacerdote, periodista y escritor argentino residente en España, José Antonio Medina Pellegrini, que se emite dentro del Programa “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Getafe.

Su día y horario de emisión es el domingo a las 09:45 hs y es transmitido por Cope Comunidad 101.0 FM y Cope Pinares 92.2 FM (estas frecuencias se escuchan en la zona sur de Madrid), desde el mes de noviembre de 2019 hasta finales de 2020.


domingo, 22 de diciembre de 2019

4º Domingo de Adviento – Ciclo A: “Emmanuel, Dios con nosotros”

Texto del Evangelio (Mt 1,18-24): 

La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto.

Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: «Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: ‘Dios con nosotros’». Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer.

jueves, 19 de diciembre de 2019

SANTO PADRE PÍO: Biografía oficial de la Santa Sede

“En cuanto a mí, ¡Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo” (Gal 6, 14).


Padre Pío de Pietrelcina, al igual que el apóstol Pablo, puso en la cumbre de su vida y de su apostolado la Cruz de su Señor como su fuerza, su sabiduría y su gloria. Inflamado de amor hacia Jesucristo, se conformó a Él por medio de la inmolación de sí mismo por la salvación del mundo. En el seguimiento y la imitación de Cristo Crucificado fue tan generoso y perfecto que hubiera podido decir “con Cristo estoy crucificado: y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí” (Gal 2, 19). Derramó sin parar los tesoros de la gracia que Dios le había concedido con especial generosidad a través de su ministerio, sirviendo a los hombres y mujeres que se acercaban a él, cada vez más numerosos, y engendrado una inmensa multitud de hijos e hijas espirituales.

Este dignísimo seguidor de San Francisco de Asís nació el 25 de mayo de 1887 en Pietrelcina, archidiócesis de Benevento, hijo de Grazio Forgione y de María Giuseppa De Nunzio. Fue bautizado al día siguiente recibiendo el nombre de Francisco. A los 12 años recibió el Sacramento de la Confirmación y la Primera Comunión.

El 6 de enero de 1903, cuando contaba 16 años, entró en el noviciado de la orden de los Frailes Menores Capuchinos en Morcone, donde el 22 del mismo mes vistió el hábito franciscano y recibió el nombre de Fray Pío. Acabado el año de noviciado, emitió la profesión de los votos simples y el 27 de enero de 1907 la profesión solemne.

Después de la ordenación sacerdotal, recibida el 10 de agosto de 1910 en Benevento, por motivos de salud permaneció en su familia hasta 1916. En septiembre del mismo año fue enviado al Convento de San Giovanni Rotondo y permaneció allí hasta su muerte.

Enardecido por el amor a Dios y al prójimo, Padre Pío vivió en plenitud la vocación de colaborar en la redención del hombre, según la misión especial que caracterizó toda su vida y que llevó a cabo mediante la dirección espiritual de los fieles, la reconciliación sacramental de los penitentes y la celebración de la Eucaristía. El momento cumbre de su actividad apostólica era aquél en el que celebraba la Santa Misa. Los fieles que participaban en la misma percibían la altura y profundidad de su espiritualidad.

Padre Pío de joven, en 1918, mostrando
bajo obediencia, sus estigmas
En el orden de la caridad social se comprometió en aliviar los dolores y las miserias de tantas familias, especialmente con la fundación de la “Casa del Alivio del Sufrimiento”, inaugurada el 5 de mayo de 1956.

Para el Padre Pío la fe era la vida: quería y hacía todo a la luz de la fe. Estuvo dedicado asiduamente a la oración. Pasaba el día y gran parte de la noche en coloquio con Dios. Decía: “En los libros buscamos a Dios, en la oración lo encontramos. La oración es la llave que abre el corazón de Dios”. La fe lo llevó siempre a la aceptación de la voluntad misteriosa de Dios.

Estuvo siempre inmerso en las realidades sobrenaturales. No era solamente el hombre de la esperanza y de la confianza total en Dios, sino que infundía, con las palabras y el ejemplo, estas virtudes en todos aquellos que se le acercaban.

El amor de Dios le llenaba totalmente, colmando todas sus esperanzas; la caridad era el principio inspirador de su jornada: amar a Dios y hacerlo amar. Su preocupación particular: crecer y hacer crecer en la caridad.

Expresó el máximo de su caridad hacia el prójimo acogiendo, por más de 50 años, a muchísimas personas que acudían a su ministerio y a su confesionario, recibiendo su consejo y su consuelo. Era como un asedio: lo buscaban en la iglesia, en la sacristía y en el convento. Y él se daba a todos, haciendo renacer la fe, distribuyendo la gracia y llevando luz. Pero especialmente en los pobres, en quienes sufrían y en los enfermos, él veía la imagen de Cristo y se entregaba especialmente a ellos.

Ejerció de modo ejemplar la virtud de la prudencia, obraba y aconsejaba a la luz de Dios. Su preocupación era la gloria de Dios y el bien de las almas. Trató a todos con justicia, con lealtad y gran respeto.

Brilló en él la luz de la fortaleza. Comprendió bien pronto que su camino era el de la Cruz y lo aceptó inmediatamente con valor y por amor. Experimentó durante muchos años los sufrimientos del alma. Durante años soportó los dolores de sus llagas con admirable serenidad.

Cuando tuvo que sufrir investigaciones y restricciones en su servicio sacerdotal, todo lo aceptó con profunda humildad y resignación. Ante acusaciones injustificadas y calumnias, siempre calló confiando en el juicio de Dios, de sus directores espirituales y de la propia conciencia. Recurrió habitualmente a la mortificación para conseguir la virtud de la templanza, de acuerdo con el estilo franciscano. Era templado en la mentalidad y en el modo de vivir.

Consciente de los compromisos adquiridos con la vida consagrada, observó con generosidad los votos profesados. Obedeció en todo las órdenes de sus superiores, incluso cuando eran difíciles. Su obediencia era sobrenatural en la intención, universal en la extensión e integral en su realización. Vivió el espíritu de pobreza con total desprendimiento de sí mismo, de los bienes terrenos, de las comodidades y de los honores. Tuvo siempre una gran predilección por la virtud de la castidad. Su comportamiento fue modesto en todas partes y con todos.

Se consideraba sinceramente inútil, indigno de los dones de Dios, lleno de miserias y a la vez de favores divinos. En medio a tanta admiración del mundo, repetía: “Quiero ser sólo un pobre fraile que reza”.

Su salud, desde la juventud, no fue muy robusta y, especialmente en los últimos años de su vida, empeoró rápidamente. La hermana muerte lo sorprendió preparado y sereno el 23 de septiembre de 1968, a los 81 años de edad. Sus funerales se caracterizaron por una extraordinaria concurrencia de personas.

El 20 de febrero de 1971, apenas tres años después de su muerte, San Pablo VI, dirigiéndose a los Superiores de la orden Capuchina, dijo de él: “¡Mirad qué fama ha tenido, qué clientela mundial ha reunido en torno a sí! Pero, ¿por qué? ¿Tal vez porque era un filósofo? ¿Por qué era un sabio? ¿Por qué tenía medios a su disposición? Porque celebraba la Misa con humildad, confesaba desde la mañana a la noche, y era, es difícil decirlo, un representante visible de las llagas de Nuestro Señor. Era un hombre de oración y de sufrimiento”.

Ya durante su vida gozó de notable fama de santidad, debida a sus virtudes, a su espíritu de oración, de sacrificio y de entrega total al bien de las almas. En los años siguientes a su muerte, la fama de santidad y de milagros creció constantemente, llegando a ser un fenómeno eclesial extendido por todo el mundo y en toda clase de personas.

De este modo, Dios manifestaba a la Iglesia su voluntad de glorificar en la tierra a su Siervo fiel. No pasó mucho tiempo hasta que la Orden de los Frailes Menores Capuchinos realizó los pasos previstos por la ley canónica para iniciar la causa de beatificación y canonización. Examinadas todas las circunstancias, la Santa Sede, a tenor del Motu Proprio “Sanctitas Clarior” concedió el nulla osta el 29 de noviembre de 1982. El Arzobispo de Manfredonia pudo así proceder a la introducción de la Causa y a la celebración del proceso de conocimiento (1983-1990). El 7 de diciembre de 1990 la Congregación para las Causas de los Santos reconoció la validez jurídica. Acabada la Positio, se discutió, como es costumbre, si el Siervo de Dios había ejercitado las virtudes en grado heroico.

El 13 de junio de 1997 tuvo lugar el Congreso peculiar de Consultores teólogos con resultado positivo. En la Sesión ordinaria del 21 de octubre siguiente, siendo ponente de la Causa Mons. Andrea María Erba, Obispo de Velletri-Segni, los Padres Cardenales y obispos reconocieron que el Padre Pío ejerció en grado heroico las virtudes teologales, cardinales y las relacionadas con las mismas. El 18 de diciembre de 1997, en presencia de San Juan Pablo II, fue promulgado el Decreto sobre la heroicidad de las virtudes.

Para la beatificación del Padre Pío, la Postulación presentó al Dicasterio competente la curación de la Señora Consiglia De Martino de Salerno (Italia). Sobre este caso se celebró el preceptivo proceso canónico ante el Tribunal Eclesiástico de la Archidiócesis de Salerno-Campagna-Acerno de julio de 1996 a junio de 1997. El 30 de abril de 1998 tuvo lugar, en la Congregación para las Causas de los Santos, el examen de la Consulta Médica y, el 22 de junio del mismo año, el Congreso peculiar de Consultores teólogos. El 20 de octubre siguiente, en el Vaticano, se reunió la Congregación ordinaria de Cardenales y obispos, miembros del Dicasterio y el 21 de diciembre de 1998 se promulgó, en presencia de San Juan Pablo II, el Decreto sobre el milagro.

El 2 de mayo de 1999 a lo largo de una solemne Concelebración Eucarística en la plaza de San Pedro Su Santidad Juan Pablo II, con su autoridad apostólica declaró Beato al Venerable Siervo de Dios Pío de Pietrelcina, estableciendo el 23 de septiembre como fecha de su fiesta litúrgica.

Para la canonización del Beato Pío de Pietrelcina, la Postulación ha presentado al Dicasterio competente la curación del pequeño Mateo Pio Colella de San Giovanni Rotondo. Sobre el caso se ha celebrado el regular Proceso canónico ante el Tribunal eclesiástico de la archidiócesis de ManfredoniaVieste del 11 de junio al 17 de octubre del 2000. El 23 de octubre siguiente la documentación se entregó en la Congregación de las Causas de los Santos. El 22 de noviembre del 2001 tuvo lugar, en la Congregación de las Causas de los Santos, el examen médico. El 11 de diciembre se celebró el Congreso Particular de los Consultores Teólogos y el 18 del mismo mes la Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos. El 20 de diciembre, en presencia de San Juan Pablo II, se ha promulgado el Decreto sobre el milagro y el 26 de febrero del 2002 se promulgó el Decreto sobre la canonización que se realizó el 16 de junio de 2002.

miércoles, 18 de diciembre de 2019

FE Y VIDA: ¿Qué defendemos cuando decimos defender la verdad?

Tema de esta emisión:

“¿Qué defendemos cuando decimos defender la verdad?”

Este ciclo radiofónico incluye una serie de reflexiones del Padre José Medina que nos pretenden acercar la fe en Cristo a la vida cotidiana.

Se emitió originalmente los lunes del curso 2009-2010 por la mañana en Cadena Cope Ávila, en el programa “La mañana en Ávila” con la conducción del periodista Javier Ruiz Ayúcar.

martes, 17 de diciembre de 2019

ORACIONES: Al Santo Cristo del Carmen

Oración al Santo Cristo del Carmen

Mírame, Santo Cristo del Carmen,
en tu presencia me postro de rodillas,
y con el mayor fervor de mi alma
te pido y te suplico que imprimas
en mi corazón vivos sentimientos
de fe, esperanza y caridad.

Dame verdadero dolor por mis pecados
y propósito firmísimo de enmendarme.
Mientras considero y contemplo
en mi alma tus cinco llagas, te pido
que ellas laven mis culpas y pecados.

¡Oh, Cruz Bendita! En tí Cristo
muriendo nos rescató, ¡Madero Santo!,
del cual nos viene la redención.
Extiende por el mundo tu reino,
de salvación, justicia y paz.
Aumenta en nuestras almas el deseo
de santidad, que apague todo mal.

¡Bendice, Santo Cristo del Carmen,
a todos tus hijos de esta Parroquia,
que bajo el Patrocinio de la Virgen
del Carmen, y con la protección de su Santo
Escapulario, quieren vivir según
Tu palabra, cumpliendo en todo
momento tu Santa Voluntad.

Amén.

Imagen que se venera en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen,
Raquel Español 371, (1875) Wilde, Buenos Aires, Argentina.

lunes, 16 de diciembre de 2019

EL CREDO COMENTADO POR BENEDICTO XVI (audios): ¿Cómo hablar de Dios?

Tema del episodio Nº 07 del ciclo:

"¿Cómo hablar de Dios?"

“El credo comentado por Benedicto XVI”, es un micro programa de evangelización, realizado por el sacerdote, periodista y escritor argentino residente en España, José Antonio Medina Pellegrini, que se emite dentro del Programa “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Getafe.

Su día y horario de emisión es el domingo a las 09:45 hs y es transmitido por Cope Comunidad 101.0 FM y Cope Pinares 92.2 FM (estas frecuencias se escuchan en la zona sur de Madrid), desde el mes de noviembre de 2019 hasta finales de 2020.


domingo, 15 de diciembre de 2019

3º Domingo de Adviento – Ciclo A: “Viene Dios mismo y nos salvará”

Texto del Evangelio (Mt 11,2-11): 

En aquel tiempo, Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle: «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?». Jesús les respondió: «Id y contad a Juan lo que oís y veis: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva; ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!».

Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué salisteis a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten con elegancia están en los palacios de los reyes. Entonces, ¿a qué salisteis? ¿A ver un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta. Éste es de quien está escrito: ‘He aquí que yo envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino’. En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él».

sábado, 14 de diciembre de 2019

HOMILÍAS (audios): San Juan de la Cruz y el Sacerdocio

Homilía de Padre José Medina, siendo Director Espiritual del Seminario San Bartolomé, de la Diócesis de Cádiz y Ceuta,  sobre “San Juan de la Cruz y el Sacerdocio”. Predicada el martes 12 de febrero de 2013 en el Convento del Sepulcro de San Juan de la Cruz, de los Padres Carmelitas Descalzos, en Segovia, España.

viernes, 13 de diciembre de 2019

VIVENCIAS PERSONALES: Visita al Sepulcro de San Juan de la Cruz, en Segovia, España


Del 8 al 14 de febrero de 2013 realicé una peregrinación por los caminos de Santa Teresa de Jesús y de San Juan de la Cruz. Junto al Obispo, Don Rafael Zornoza Boy, formadores y toda la comunidad del Seminario “San Bartolomé” de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, nos pusimos en camino de fe y comunión. No fueron días de vacaciones, sino de peregrinación. Han sido para los seminaristas días que forman parte del proceso formativo, que debe ser integral, en todo Seminario.

Sepulcro de San Juan de la Cruz, en Segovia

Entre los muchos lugares que visitamos estuvimos en Segovia, precisamente en el sepulcro de San Juan de la Cruz, literato y religioso abulense, considerado el patrón de los poetas españoles.

Uno de los visitantes más ilustres que ha tenido el sepulcro de San Juan de la Cruz en Segovia llegó el 4 de noviembre de 1982. El papa Juan Pablo II recorrió algunas ciudades españolas, y en Segovia ofició a los pies del Acueducto un gran encuentro, el de mayor congregación de personas de los últimos años que se recuerdan en esa capital. El Santo Padre aprovechó para acercarse al convento de los Carmelitas Descalzos, fundado por San Juan de la Cruz en 1586, donde se encuentran sus restos. De hecho, Karol Wojtyla basó su tesis doctoral en San Juan de la Cruz.

El cadáver del Santo no se encuentra completo en su sepulcro. La integridad intelectual del Santo y poeta no la consiguieron sus restos mortales, pues una disputa entre Úbeda (Jaén) y Segovia hizo que se repartieran sus huesos.

Otras reliquias ubetenses de Juan de Yepes están en el oratorio de San Juan de la Cruz. Allí se encuentran un fémur y una mano. El resto del cuerpo está en el monasterio de los Carmelitas. “La osamenta de Segovia está muy limpia y aseada, porque en 1992 unos expertos llegados del Vaticano la examinaron, desinfectaron, hidrataron y recompusieron para que San Juan estuviera de buen ver”.
Fue una noble segoviana, Ana de Mercado y Peñalosa, la que ordenó el traslado del cuerpo de San Juan de la Cruz desde la ciudad jienense de Úbeda, donde había sido enterrado. San Juan le había dedicado el poema ‘Llama de amor viva’. Al parecer, le había pedido este trabajo literario en 1582, cuando le conoció en Granada.

La capilla en la que descansan los restos de San Juan de la Cruz, aunque no estén todos, es obra de Félix Granda, realizada en 1927, en homenaje a los 200 años de la canonización del Santo. A la salida de la capilla se encuentra la iglesia que en su altar mayor tiene un retablo moderno y gigantesco compuesto por nueve cuadros inspirados en su obra poética. Son obra del Carmelita mexicano Gerardo López Bonilla, con motivo de la visita de Juan Pablo II en 1982.

Juan de la Cruz una vez ordenado sacerdote y al acabar Teología en Salamanca se propuso, con Teresa de Jesús, la restauración de la orden del Carmen. Pero su vida fue complicándose a medida a la par que sus viajes en nuevas fundaciones y visitas a conventos. Desde Toledo Fray Juan fue enviado al Convento del Calvario, en la serranía de Jaén. Luego estuvo en Baeza, Alcalá y Granada.

De regreso a Segovia, San Juan accedió al cargo de primer Definidor y tuvo que fijar en este punto su residencia y gobernar el convento. Sus tres años de estancia en la ciudad de Segovia fueron un período de paz. Pero por discrepancias de pensamientos con sus mismos hermanos de religión, fue trasladado a Jaén, teniéndose que refugiar, al poco tiempo, por enfermedad, en un convento de Úbeda, donde enfermó y murió, por lo que no pudo volver a Segovia, hasta después de muerto.

Convento de San Juan de la Cruz, Segovia, España.

Mausoleo donde se encuentran los restos de San Juan de la Cruz.

Homilía: “San Juan de la Cruz y el Sacerdocio”

En la homilía (publicaré el audio de la misma mañana 14, día que el santoral recuerda a San Juan de la Cruz) que me tocó predicar en esa visita a los seminaristas traté de descubrirles las bases sobre las que san Juan de la Cruz asentó su vida espiritual y su vivencia sacerdotal.

Las podemos concretar en tres grandes bases: la meta, el camino y el estilo.

Hay tres capítulos en el segundo libro de la Subida (los capítulos 5, 6 y 7) que deberían ser los primeros en estudiarse para entender el pensamiento espiritual de San Juan de la Cruz, que en realidad no es pensamiento propio sino el pensamiento de la Revelación.

En esos tres capítulos se habla de:

1) La meta a la que hay que tender: la UNIÓN CON DIOS.
2) El camino por el que hay que ir: CRISTO CRUCIFICADO.
3) El estilo que hay que llevar: la VIDA TEOLOGAL.

Así les he compartido una de las visitas de este camino tras las huellas de Santa Teresa de Jesús y de San Juan de la Cruz. En esos días hemos pedido para cada uno de nosotros la gracia de un encuentro personal con Jesucristo, y que esta sea una experiencia de fe que nos transforme totalmente y nos encamine a buscar decididamente la santidad: la santidad del sacerdote diocesano.

Con mi bendición.
Padre José Medina

Predicando en la Capilla interna de los frailes carmelitas, 
construida dónde se emplazaba originalmente la celda de San Juan de la Cruz.

jueves, 12 de diciembre de 2019

EL CREDO COMENTADO POR BENEDICTO XVI (audios): La razonabilidad de la fe en Dios


Tema del programa Nº 06 del ciclo:

La razonabilidad de la fe en Dios

El Credo comentado por Benedicto XVI”, es un micro programa de evangelización, realizado por el sacerdote, periodista y escritor argentino residente en España, José Antonio Medina Pellegrini, que se emite dentro del Programa “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Getafe.

Su día y horario de emisión es el domingo a las 09:45 hs y es transmitido por Cope Comunidad 101.0 FM y Cope Pinares 92.2 FM (estas frecuencias se escuchan en la zona sur de Madrid), desde el mes de noviembre de 2019 hasta finales de 2020.