(Sobre un artículo de Philip
Kosloski – Aleteia) Normalmente, cuando alguien nos pide que recemos por una
intención específica, tenemos nuestra oración de “cabecera”. Puede ser el
Rosario, un Padrenuestro, o simplemente un sincero ruego a Dios.
San Pío de Pietrelcina (más
comúnmente conocido como Padre Pío) tenía su oración favorita que rezaba por
todos los que le pedían sus oraciones.
Cada día muchas personas, ya
sea en persona o por carta, le pedían al Padre Pío que orara por una intención
específica y muchas veces esta intención fue milagrosamente respondida por
Dios.
Novena al Sagrado Corazón de
Jesús
En realidad, es una oración
compuesta por santa Margarita María Alacoque y comúnmente se llama la “Novena
Eficaz del Sagrado Corazón de Jesús”.
Ella era una santa que vivió
en el siglo XVII y durante su vida recibió múltiples visiones de Jesús.
Muchos creen que esta es una
oración poderosa porque llama al corazón de Jesús a tener misericordia de
nosotros y de nuestras peticiones.
El corazón de Jesús está lleno
de amor y compasión. Y esta oración confía en ese amor, creyendo que él es lo
suficientemente tierno como para dar generosamente nuestra petición, si es en
su santa voluntad.
Por encima de todo, se debe
orar con una fe sincera, como el Padre Pío la rezaba, y no como una fórmula
mágica.
Dios no es un genio que nos
otorga el deseo que pedimos, sino que responde con amor a un niño que pide
algo, sabiendo exactamente lo que necesitamos.
Las 3 promesas principales que
Jesucristo hizo a la humanidad
El sacerdote capuchino retomó
en esta oración las 3 promesas principales que Jesucristo hizo a la humanidad,
según las revelaciones a santa Margarita María Alacoque. Éstas son:
Primera promesa: “¡Oh
Jesús mío!, que dijiste: «En verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y
encontraréis, llamad y se os abrirá». He aquí que yo llamo, yo busco, yo pido
la gracia…”
Segunda promesa: “!Oh
Jesús mío!, que dijiste: «En verdad les digo, todo lo que pidáis a mi Padre en
mi Nombre, se les concederá». He ahí que yo, al Padre Eterno y en tu nombre
pido la gracia de...”
Tercera promesa: “!Oh
Jesús mío!, que dijiste: «En verdad les digo, pasarán los cielos y la tierra
pero mis palabras jamás pasarán». He ahí que yo, confiando en lo infalible de
tus santas palabras pido la gracia…"
Les comparto la Novena según
la redacción de la estampa oficial con reliquia que realiza “La Voz del Padre
Pío” del Convento de los Frailes Capuchinos “Nuestra Señora de las Gracias” de
San Giovanni Rotondo, Foggia, Italia:
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