Imagen de la Virgen que no está pero se ve. |
Me es siempre muy grato volver
a la ciudad de Alta Gracia, provincia de Córdoba, Argentina. Está a 36 km al
sudoeste de la capital provincial, en el amplio Valle de Paravachasca, entre
los faldeos orientales de la Sierra Chica al oeste y la llanura pampeana al
este, surcada por el arroyo Chicamtoltina, tributario del río Anisacate.
La ciudad, de unos 65.000
habitantes, es un conocido centro turístico debido a su patrimonio
arquitectónico, ya que en su área central se encuentra el casco de una antigua
estancia jesuítica.
Dentro de la ciudad se puede
apreciar una innumerable cantidad de edificaciones y huellas del pasado
jesuítico como la Iglesia principal de la ciudad, la Residencia (hoy museo del
Virrey Liniers), el Tajamar, la Hornilla y los Paredones. Otros importantes
sitios históricos para recorrer son el museo del Che Guevara, la casa de Manuel
de Falla, la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes, la vieja estación de trenes y
la identidad de una ciudad con una extensa y colorida historia.
Y es, en uno de estos lugares,
donde se centra la historia que les comparto: el Santuario y Gruta de Nuestra
Señora de Lourdes. Es un extenso predio, un parque de varias hectáreas, donde
en 1916 se inauguró, una réplica de la gruta de Massabielle, de Lourdes,
Francia; el lugar donde se dio la aparición de Nuestra Señora de Lourdes, en
1858, a Santa Bernardita Soubirous. En la Capilla del complejo, no en la gruta,
desde su inauguración estuvo, en la hornacina del retablo, una imagen de
Nuestra Señora de Lourdes. En septiembre de 2011 la misma se retiró para ser
restaurada, y allí comienza este acontecimiento extraordinario.
FINES DE AGOSTO DE 2011: se
retira la estatua de la Virgen de Lourdes de su hornacina para ser restaurada. Unos
días después, uno de los sacerdotes a cargo del Santuario se dispone a cerrar
la capilla y desde la reja del fondo ve una imagen que parecía de yeso en el
lugar que ocupara la estatua. Cuando se acerca a la hornacina, comprueba que la
imagen se desvanece.
Descreyendo de lo que sus ojos
le mostraban, fue y vino de la puerta al altar varias veces. Cada vez que lo
hacía evidenciaba que la imagen que veía se desvanecía al acercarse. Absorto y
conmovido se postró y comenzó a orar sintiendo que el amor de María lo
protegía.
VIERNES 9 DE SEPTIEMBRE: Por la noche dos servidoras del Santuario suben
las primeras fotos a internet a través de una red social.
SÁBADO 10 DE SEPTIEMBRE: Día
en que se cumplía el 95° aniversario de la bendición inaugural de la Gruta y
luego de la misa vespertina la gente comienza a llegar para ver LA IMAGEN de la
que ya se habla en todo Alta Gracia.
LUNES 12 DE SEPTIEMBRE: Las
autoridades locales estiman en alrededor de 50 mil el número de personas que
pasaron frente a la IMAGEN desde el sábado al atardecer hasta el mediodía del
lunes.
Ante la situación que escapa
de cualquier planificación humana, los Padres Carmelitas Descalzos a cargo del
Santuario Nuestra Señora de Lourdes realizan el siguiente comunicado:
Cuando uno está cerca del altar la imagen se desvanece. |
“En referencia a los hechos de
público conocimiento los padres Carmelitas Descalzos a cargo del Santuario de
Lourdes, nos vemos en la obligación de declarar que la manifestación de la
imagen de la Santísima Virgen María en la iglesia del mencionado santuario, no
tiene por el momento explicación”.
Debe ser interpretado por el
pueblo de Dios como un signo para acrecentar y profundizar la fe cristiana y
suscitar en los corazones de los hombres la conversión al amor de Dios y su
participación en la vida de la Iglesia.
El único mensaje de la Virgen
no es otro que aquel que ha manifestado en su vida entre los hombres y, se
halla recogido en el evangelio como revelación divina y guardado en el depósito
de la fe católica: “Hagan todo lo que Él les diga” (Jn 2,5).
Como pastores acompañamos la
fe sencilla de nuestro pueblo, según el espíritu de la madre del cielo, y al
encuentro de Jesús nuestro Dios y Señor, origen y meta de la vida de toda
persona humana”.
Luego, los párrocos de Alta
Gracia, en conjunto, emiten otro comunicado expresando su adhesión al primero.
11 años después de estos
acontecimientos yo fui testigo de tan extraordinario misterio. El mismo no
necesita ser explicado a los que profesan la fe y la devoción a María Santísima.
Para los que no tienen nuestra fe les sugiero que se acerquen para vivir una
experiencia única en el mundo. En la hornacina vacía del retablo, detrás del
altar, una imagen de la Santísima Virgen María se aparece.
Yo también, como el fraile carmelita
aquel que descubrió la imagen, fui y vine de la puerta al altar varias veces. Yo
también, cada vez que lo hacía evidenciaba que la imagen que veía se desvanecía
al acercarse. Y, yo también, absorto y conmovido me postré y comencé a orar
sintiendo que el amor de María me protegía.
Con mi bendición.
Padre José Medina
Alta Gracia, Córdoba,
Argentina, 16 de septiembre de 2022.
Fachada de la Capilla situada en un promontorio del amplio predio del Santuario. |
Vista del altar principal, a la derecha la imagen de la Virgen de Lourdes que antes estaba en la hornacina donde hoy se vislumbra la misteriosa imagen. |
Con la capilla a oscuras se vislumbra con más detalles la silueta de la Virgen. |
Fotografía tomada desde la entrada de la capilla con gran angular. |
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