Señor, Dios de paz, escucha
nuestra súplica.
Hemos intentado muchas veces y
durante muchos años resolver nuestros conflictos con nuestras fuerzas, y
también con nuestras armas; tantos momentos de hostilidad y de oscuridad; tanta
sangre derramada; tantas vidas destrozadas; tantas esperanzas abatidas... Pero
nuestros esfuerzos han sido en vano. Ahora, Señor, ayúdanos tú. Danos tú la
paz, enséñanos tú la paz, guíanos tú hacia la paz. Abre nuestros ojos y
nuestros corazones, y danos la valentía para decir: «¡Nunca más la guerra!»;
«con la guerra, todo queda destruido».
Mantén encendida en nosotros la llama de la esperanza para tomar con paciente perseverancia opciones de diálogo y reconciliación, para que finalmente triunfe la paz. Y que sean desterradas del corazón de todo hombre estas palabras: división, odio, guerra. Señor, desarma la lengua y las manos, renueva los corazones y las mentes, para que la palabra que nos lleva al encuentro sea siempre «hermano», y el estilo de nuestra vida se convierta en shalom, paz, salam. Amén.
PAPA FRANCISCO
Oración por la paz
Jardines Vaticanos
Domingo, 8 de junio de 2014
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