El diario de la Santa Sede,
L’Osservatore Romano, publicó en su edición del 8 de junio de 2013 un artículo
dedicado a Santa Teresita del Niño Jesús en el que llama a la joven santa como
el “Doctor Amor”.
“El Doctor Amor es una mujer y
se llama Santa Teresita del Niño Jesús”, escribió L’Osservatore Romano.
“Algunos la han definido como
una entre los poquísimos santos geniales… estuvo genial al proponer la
posibilidad de una vida cristiana fundada en el amor por encima de la
sociología y la política”, añadió.
Santa Teresita fue una
carmelita de clausura que hoy brilla junto los 35 santos Doctores de la Iglesia
Católica, comparte altar junto a las grandes figuras espirituales de la Iglesia
como San Agustín, San Tomás de Aquino, o Santa Teresa de Ávila.
El diario vaticano recordó a
Teresita a propósito del último libro publicado por el experto en la Santa de
Lisieux, Gianni Gennari, titulado “Teresa de Lisieux, la fascinación de la
santidad”.
El libro ofrece una guía para
descubrir a Teresa y su camino hacia el amor, y está acompañado por los
manuscritos de esta joven religiosa, quien nunca pisó una universidad y cuyos
escritos se revelan hoy como auténticas tesis teologales para los expertos.
En 1997, en el 100 aniversario
de su muerte, el Beato Juan Pablo II la declaró Doctora de la Iglesia y
también, en la línea de lo que afirma L’Osservotore Romano, “Doctora del Amor”.
Años más tarde, el Papa
Benedicto XVI, se refirió a ella como la “maestra de los teólogos”.
“Santa Teresita fue una joven
francesa apasionada –continúa el artículo-… cuya vida es entendida como una
experiencia de amor y, el lenguaje del amor es universal. Su mensaje ayuda a
hacer actual el cristianismo que, a pesar de las dificultades, se siente
llamado a una verdad sencilla de la santa: si puede hacer mucho al servicio del
Evangelio, pero todo es inútil y superfluo si se pierde la partida al amor”.
El recorrido de santidad
Teresita parte de una intuición fulminante y ardiente: “yo será el amor”. Un
proyecto que requiere vaciarse de uno mismo hasta la conformidad con la vida de
Dios, “quien en Jesús crucificado se reveló como el amor”.
“Los cristianos seguirán
siendo relevantes en la medida en que sean personas capaces de amar siempre y
poner el amor de Dios y hacia el prójimo en el centro de cada una de sus
preocupaciones diarias”, concluye L’Osservatore Romano resumiendo las
enseñanzas de la santa.
Santa Teresita, Patrona de las Misiones
Santa Teresita también es considerada patrona de las misiones. Llegó a tal distinción sin salir nunca del convento de clausura, pues rezaba siempre por los misioneros.
Nació el 2 de enero de 1973 en Alenzón, al norte de Francia, hija de los beatos Luis Martin y María Celia Guérin. Su recorrido hacia la santidad fue dificultoso, ella misma tuvo que solicitar el permiso al Papa para convertirse en religiosa de clausura debido a la oposición de sus padres y sus superiores.
En 1888, con solo 15 años de edad, consiguió el permiso de León XIII y consiguió entrar en el Monasterio del Carmelo de Lisieux.
Murió el 30 de septiembre de 1897 de tuberculosis pulmonar y las últimas palabras que dijo fueron “Dios mío… os amo”, pronunciadas mientras miraba un crucifijo.
Su obra escrita no es muy extensa, sin embargo, presenta un claro interés espiritual, teológico y antropológico. La obra que contiene la esencia de su espiritualidad, conocida como la "Pequeña Vía". Además se cuenta con 274 cartas escritas a familiares y otras personas, poemas religiosos, y también algunas obras teatrales.
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