viernes, 4 de diciembre de 2020

LITURGIA: La corona de Adviento

El Adviento significa tiempo de espera y preparación por medio de la reflexión, atención y oración. Tiene la finalidad de ayudar a las personas y familias a encontrar la manera de prepararse para la fiesta de navidad. Adviento es también la primera venida de Cristo al mundo, y la manifestación de Jesucristo de manera definitiva.

¿Qué es la corona de Adviento?

La corona de Adviento es el símbolo más claro y simple para representar estos momentos previos a la Navidad. Encuentra sus raíces en las costumbres pre-cristianas de los germanos (Alemania), que en diciembre colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera. En los cristianos la corona representa el antecedente a la venida de la luz y vida, la cual es el nacimiento del Señor.

Elementos que la conforman

Se hace en forma de círculo con follaje verde, que recuerda la eternidad porque no tiene principio ni fin; representa los miles de años antes de la llegada de Cristo y la segunda y final venida que aún se espera. Las ramas o follaje (abeto, pino, etc.) con que se realiza la corona, significa la vida de gracia, crecimiento espiritual y la esperanza. La corona lleva cuatro velas distribuidas en el círculo que significan la época de la oscuridad, disipándose con cada vela que se enciende cada Domingo y una oración distinta, hasta llegar el resplandor de la luz en navidad, con el advenimiento del Jesús.

Las velas son de distintos colores: 3 velas moradas: señal de penitencia y conversión. 1 vela rosa: es la alegría que se tendrá con la venida de Cristo, para lo cual también es necesario tener un corazón dispuesto a recibirlo. El listón rojo con que se decora la corona, representa nuestro amor a Dios.

Bendición de la corona de Adviento

En algunas parroquias o colegios se organiza la bendición de las coronas de Adviento. Si no puede asistir a estas celebraciones, la bendición la puede llevar a cabo el papá o la mamá con la siguiente oración:

“Señor Dios, bendice con tu poder nuestra Corona de Adviento para que al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.”

Algunas sugerencias para vivir el Adviento y realizar su corona, tome en cuenta lo siguiente:

* Es mucho mejor si toda la familia participa en la elaboración de la corona, aprovechando el momento para motivar a los niños hablándoles acerca de esta costumbre y su significado.

* Asegúrense de colocar la corona en un lugar especial dentro de la casa; en un espacio fijo donde los niños la puedan ver, de manera que ellos recuerden constantemente la venida de Jesús y la importancia de prepararse para ese momento.

* Fijen con anticipación, el horario en que se prenderán las velas, esto hará que las cosas salgan mejor y que los niños comprendan que es algo importante. Recuerden que el invitado que se esta esperando es el más importante para nuestra familia.

* Para que todos participen y se sientan parte de la ceremonia, se pueden distribuir las funciones, por ejemplo:

Uno tendrá el encargo de arreglar y limpiar el lugar donde irá la corona antes de comenzar con esta tradición navideña. Otro tendrá la función de apagar las luces al inicio y encenderlas al final. Uno más puede dirigir el canto o poner la grabación de algún villancico. Alguien más encargado de dirigir las oraciones. Otro de de leer las lecturas. Y quien se encargue de encender las velas.

Oraciones para cada Domingo de Adviento hasta Navidad 

Oración para el primer Domingo de Adviento: se prende la primera vela diciendo “Señor despierta en tus fieles el deseo de esperar la venida de Cristo, practicando las buenas obras, para que admitidos a su lado merezcan poseer el Reino Celestial, por Nuestro Señor Jesucristo...”.

Prenderán dos velas y la Oración para el segundo Domingo es: “Concédenos, Dios todopoderoso y eterno, que ningún acto terreno impida nuestra solicitud en prepararnos a la avenida de tu hijo, sino que la enseñanza de tu Celestial sabiduría nos lleve a una íntima unión con Él, que contigo vive y reina...”.

Ahora se prenderán tres velas y se dice la oración del tercer Domingo: “Señor que ves a tu pueblo esperando fielmente la festividad del nacimiento de tu Hijo, concédenos celebrar la obra tan grande de nuestra salvación, con solemnes cánticos de alabanza, y con una inmensa alegría. Por nuestro Señor...”.

Cuatro velas se encienden en el ultimo Domingo de Adviento, orando en familia: “Te rogamos Señor, que infundas en nuestras almas, Tu gracia, para que reconociendo y venerando la Encarnación de Jesucristo Tu Hijo, anunciada por el ángel a María, consigamos por su pasión y su cruz, llegar a la Gloría de su Resurrección, por Jesucristo Nuestro Señor…”.

Con mi bendición.

Padre José Medina 

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