En 1943, a los diez años de
haberse pintado el primer cuadro de Jesús Misericordioso y cinco años después
de la muerte de sor Faustina en Cracovia, llegó al convento de la Congregación
de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en Cracovia, un pintor,
Adolfo Hyła. El artista quería pintar un cuadro y regalarlo a la capilla del
convento como exvoto de agradecimiento por la salvación de su familia en las
vicisitudes de la guerra.
Las hermanas propusieron que
pintara el cuadro de Jesús Misericordioso. Presentaron al artista, como modelo,
una reproducción del primer cuadro pintado por Eugenio Kazimirowski en
cooperación con sor Faustina. Adjuntaron también la descripción del cuadro que
se encuentra en el “Diario” de santa Faustina. Sin embargo, el artista hizo el
encargo según su propia idea.
Como el tamaño del cuadro
regalado no encajaba en el altar de la capilla de las hermanas, la Madre Irene
Krzyzanowska encargó otro cuadro. Este cuadro fue bendecido en 1944 por el
padre J. Andrasz TJ, y colocado en la capilla del convento de Cracovia donde es
venerado hasta el día de hoy.
Como fondo de la imagen de Jesús
Misericordioso aparecía un prado y arbustos que se veían a lo lejos. Por intervención
del padre Sopoćko, en 1954, el fondo del cuadro fue cubierto con pintura oscura
y bajo los pies del Señor Jesús se pintó un pavimento.
El cuadro regalado por Adolfo Hyła
como exvoto de agradecimiento fue expuesto en la iglesia parroquial del Coraz
ón Divino en Wroclaw (Polonia). Esta iglesia está relacionada con la Casa de la
Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia.
Después de la segunda guerra
mundial, el primer cuadro de Jesús Misericordioso pintado por el artista
Eugenio Kazimirowski en Vilna (Lituania), creado con la colaboración de sor
Faustina, permaneció en el territorio de la Unión Soviética, donde miles de
personas tuvieron que ocultar su fe en Dios durante decenas de años a causa de
las severas persecuciones que sufrían los católicos. El cuadro también
permaneció escondido, y su origen extraordinario también se mantuvo en secreto.
Quizás la divulgación en
Polonia del cuadro de Hyła fue providencial para
distraer la atención y olvidar por un tiempo la milagrosa “Imagen Santa” (tal
como la llamó Juan Pablo II en 1993 en Vilna). En aquellos tiempos no había
otra posibilidad real de salvarla.
Además, el cuadro fue
restaurado y repintado en numerosas ocasiones. Estas obras de restauración
ocultaron los valores artísticos del cuadro por muchos años. Una capa de
parafina puesta por uno de los conservadores, pudo, en gran parte, proteger el
cuadro de la humedad, pero con el paso del tiempo causó un cambio de matices en
los colores originales. Después de una restauración a fondo de la imagen, en
2003, el significado del mensaje del cuadro volvió a ser legible.
La bella imagen del
Misericordioso Salvador que aparece en el espacio oscuro atrae con sinceridad
las miradas de las personas que rezan A LA LUZ DE LOS RAYOS DE MISERICORDIA que
fluyen del Corazón abierto en la cruz.
Indudablemente, el cuadro de
Jesús Misericordioso pintado por Adolfo Hyła ayudó mucho en el desarrollo del
culto de la Divina Misericordia. Lo confirman los testimonios de las gracias
recibidas por su intercesión. Sin embargo, su popularidad no quita el valor del
primer cuadro pintado en Vilna, hecho exactamente según el modelo trasmitido
por el Señor Jesús. Después de una larga espera, el cuadro llegó a ser
dignamente expuesto en el altar central del Santuario de la Divina Misericordia
en Vilna, donde, rodeado de la oración de las hermanas y de los peregrinos que
vienen a verlo, es venerado públicamente.
Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia- Łagiewniki, Polonia. |
+ Los textos y las fotos de
este artículo son originales, Copyright reservado © de La Congregación de las
Hermanas de Jesús Misericordioso, (VILNIUS, Lituania).
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