viernes, 8 de mayo de 2020

NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN: Solemnidad de la Patrona de la República Argentina


Queridos amigos y hermanos, ¿se acuerdan cuándo éramos niños y había noche de tormenta, con truenos y relámpagos, y corríamos presurosos a cobijarnos al regazo de nuestra madre? Qué tranquilidad daba el saber que pasara lo que pasara, ella estaba allí, lista para protegernos y darnos todo su amor. Con ese ejemplo, quiero significar lo que sucede en el orden de la fe: tenemos una Madre en el cielo que está pronta a socorrernos y está siempre intercediendo por nosotros ante el trono de su Hijo Jesucristo.

Y esto que experimentamos, cada uno como cristianos, nos sucede también, como nación. La República Argentina tiene una Madre, que por especial designio de Dios, quiso quedarse en nuestra tierra para ser la Madre de todos los argentinos, Aquella que invocamos como: Nuestra Señora de Luján, Patrona de la República Argentina.

El culto a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de Luján, data del año 1630, cuando una imagen de la Inmaculada Concepción era transportada en una carreta desde Buenos Aires a Santiago del Estero.  Poco después de pasar, al que hoy llamamos el río Luján, se produjo el hecho milagroso que dio origen a esta advocación:

“Al llegar a las orillas del río Luján se detuvieron los troperos a pasar la noche. A la madrugada siguiente, intentan proseguir la marcha, pero los bueyes no pueden mover la carreta. Se quita peso a la carreta, pero es en vano.  Después de mucha labor bajan a tierra el cajoncito que contenía la imagen de la Virgen Inmaculada, y todo marcha bien.  Los troperos entienden que aquello era un signo del cielo y que la Virgen quería quedarse allí, para ser venerada en aquel lugar”.

Cerca de 400 años han pasado del hecho extraordinario de Luján, pero cuantos milagros de conversiones, curaciones, sanaciones interiores, suceden a diario en la Basílica de Luján, a los pies de la “Limpia y Pura Concepción”.  La Virgen ha elegido ese lugar para dispensar desde allí especial protección al pueblo argentino. Al primitivo oratorio le fueron sucediendo capillas e iglesias. Entre 1890 y 1935 se construyó la actual basílica de estilo gótico, solemnemente dedicada el 6 de octubre de 1930.

Desde allí la Virgen ejerce su función de Madre de cada uno y de todos los argentinos, derramando su bendición a cada niño, a cada joven, a cada adulto y a cada hogar de nuestra nación. Llegar física o espiritualmente ante su Sagrada Imagen y ante su Basílica, es llegar al corazón mismo de nuestro pueblo, católico y mariano. Y allí, postrados a los pies de la Virgen Gaucha, pedirle que Argentina sea siempre fiel al Evangelio.

Quizás hoy, 8 de mayo, día de su Solemnidad, puede ser el comienzo de ese ser un poco más hijos de María Santísima, para el bien nuestro y de nuestra Patria, por eso hoy y siempre: “Nuestra Señora de Luján, ruega por nosotros”.

Con mi bendición.
Padre José Medina

Les invito a escuchar el audio de esta catequesis sobre la historia y devoción a Nuestra Señora de Luján haciendo click AQUÍ.

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