sábado, 25 de enero de 2020

MIS LIBROS: "Devocionario de la Virgen del Carmen" (2008)

"Devocionario de la Virgen del Carmen"
(Editorial Bonum, Argentina, 2008)

Sabemos que la participación en la Sagrada Liturgia no abarca toda la vida espiritual del cristiano, que está llamado a orar, solo y en comunidad. Por eso se nos “recomienda encarecidamente los ejercicios piadosos, con tal que sean conformes a las leyes y normas de la Iglesia” (Vaticano II, Sacrosanctum Concilium, 12).

Entre estos ejercicios piadosos, fruto muchas veces de la piedad popular, encontramos a las llamadas “novenas” entre los más comunes, que desde tiempos inmemoriales han acompañado el camino de fe del pueblo de Dios.

En el trato de amistad con quien sabemos que nos ama, seguimos creyendo en la vigencia y utilidad de las novenas, aunque presentadas de una manera renovada: más bíblicas, más litúrgicas, más de cara a las necesidades e ilusiones del hombre de hoy. Esta novena y las demás oraciones a la Virgen del Carmen están escritas desde esta perspectiva.

Esta novena puede ser rezada de manera particular o comunitaria, por una o varias intenciones. Y es conveniente, aunque no obligatorio, comenzarla el día 7, como preparación al día 16 en el que recordamos cada mes y muy especialmente en julio, a la Madre, Patrona, Reina y Hermosura del Carmelo.

Las oraciones que presento son: algunas fruto de la experiencia oracional plurisecular de la Orden Carmelitana; otras, más cercanas en el tiempo; y otras, fruto de escritos personales en tiempo de formación, camino al sacerdocio y en algunas pausas del bendito ministerio sacerdotal.

Todas son expresión de un amor muy grande a Aquella que es, según enseña el Concilio Vaticano II “signo de esperanza cierta y de consuelo hasta que llegue el día del Señor” (Lumen Gentium 68).

Si te sirven para tener un momento de encuentro y de comunión con Dios, con María y con los hermanos, este humilde trabajo no habrá sido en vano. Que Ella te acompañe y proteja siempre, y que encuentres en su Escapulario, el signo de un amor que nunca olvida: el amor de una Madre.
  
Pbro. José Antonio Medina
Buenos Aires, 8 de mayo de 2007,
Solemnidad de Nuestra Señora de Luján.


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